El Salón de Plenos ha albergado un emotivo y entrañable acto institucional de homenaje a la primera Corporación democrática del Ayuntamiento de Tomelloso. El acto ha reconocido la labor de aquellos hombres y mujeres que hicieron posible la transición democrática en Tomelloso a través de sus responsabilidades políticas. El primer alcalde democrático tras la dictadura, Clemente Cuesta, ha ofrecido un bello discurso en el que ha transmitido el espíritu de concordia y de trabajar por Tomelloso que anidó en aquel primer Ayuntamiento de la democracia.
Han asistido los concejales que formaron parte del mandato 1979-82 y los familiares que han representado a los que ya no están. También han participado los que han sido alcaldes de la ciudad en estos cuarenta años de municipalismo en libertad; Clemente Cuesta, Javier Lozano, Ramón González y Carlos Cotillas, acompañados por la actual alcaldesa Inmaculada Jiménez que ha dado lectura a un manifiesto de la Federación Española de Municipios y Provincias. “Había ganas de dar color a un paisaje en blanco y negro” ha señalado Jiménez que ha recordado también la figura de otro alcalde de la democracia, Pedro Carrasco.
Clemente Cuesta ha recordado emocionado los nombres de quienes integraron aquella Corporación concejales de UCD, PSOE y Coalición Democrática, detallando también los que dimitieron, sus sustitutos y los que fallecieron en pleno ejercicio de sus cargos de concejal como José Ortiz y Emilio Mezcua. “Tuve mucha suerte de dirigir aquella Corporación donde hubo excelentes concejales y grandes amigos”. Citando la letra de una canción del gran Alberto Cortez, “cuando un amigo se va, queda un espacio vacío…” ha recordado a los compañeros fallecidos, interrumpido por los aplausos del público que llenaba los bancos del Salón de Plenos.
“El espíritu de aquella Corporación del 79,-ha señalado Cuesta-fue trabajar por Tomelloso. Decidimos dejar nuestra ideología en la puerta, nos repartimos las Comisiones entre los 21 concejales. Es cierto que costó trabajo formar candidaturas y luego apartar las siglas, pero lo conseguimos. Aquellos hombres y mujeres dedicaron una parte importante de su vida a Tomelloso”.
El que fuera primer alcalde democrático ha destacado en el último pasaje de su discurso “la contribución a la paz y a la libertad de nuestro país que hicieron tantos concejales desde sus Ayuntamientos, una paz y libertad que para nuestros hijos y nietos tiene que ser como el aire que respiran, que dure siempre, sin necesidad de reclamarlas nunca”.
Así, ha llegado el momento en el que aquellos ediles pioneros de la democracia han recibido su obsequio: un trofeo con el escudo de la ciudad. Todos han sido recordados y reconocidos; los que están, los que no y los que no han podido asistir: Clemente Cuesta, Justo Serrano, Tomás Perales, Godofredo Herrero, Francisco Belda, Eduardo Espinosa, Luciano González, Rafael Martínez, Ernesto García, Pablo Casero, Celia Soubriet, Columbiano Ruiz, Emilio Mezcua, Fulgencio Quevedo, Antonio Molinero, Victoria Jiménez, Javier Martín del Burgo, José García, Ovidio Cuerda, Candelas Moraleda, Adoración González, Marcelino Molinero, José María Ropero, Francisco Cerezo, Ramón Huertas y José Ortiz. La emoción de los propios homenajeados, de sus familiares y amigos estaba más que justificada.
Inmaculada Jiménez ha puesto el broche al acto manifestando que “los problemas y los retos que tenemos por delante requieren de nuestro ingenio, nuestra energía, ilusión y conocimiento para que los objetivos se conviertan en realidades”. La alcaldesa ha reclamado más financiación ante las competencias crecientes. “Desde nuestro universo local tenemos retos y grandes desafíos y estoy convencida de que lo mejor está por venir”.