La obra, con una colorida puesta en escena, incluye sketch de Les Luthiers, Tricicle, Los Caluga y muchos de los grandes clowns circenses. Sita, Paya Sita, es una payasa que no hace gracia a nadie salvo a los niños del público. Eso le provoca un berrinche de aúpa. Se encuentra con Tona —bueno, ella y su hermana gemela— una clown que habrá con frases de Mrs. Wonderful o los paquetes de azúcar. Se la lleva a una escuela circense que dirige Tiosa y que tiene una cantante, DJ, pianista y locutora que anima el cotarro.
La obra critica el mal trato que le damos a la Tierra, en una escena los personajes hacen un alegato sobre la ecología y la importancia de estar todos unidos al convertir agua negra del Amazonas en agua pura. Durante la representación van trascurriendo escenas en el mejor estilo circense. Canciones con malos entendidos, peleas de boxeo, mimos, clases de idiomas descacharrantes.
Los chicos y chicas aplaudieron, rieron, gritaron y disfrutaron del espectáculo. Una obra que reivindica el circo, de la mejor manera, haciéndolo. La apoteosis final, con una versión de una conocida canción de Loquillo, recuerda que, en este circo, en el de Pan Pa’ Hoy, no hay maltrato animal y sí mucha diversión.