El volumen aporta 180 propuestas divididas en las diversas áreas que posee la cultura con el fin de contribuir a la mejora de este amplio ámbito. El acto será en Salones Mabel a las 12:30h
Ricardo Ortega, coordinador del proyecto y Dionisio Cañas, mentor —como así se define— de la iniciativa nos cuentan en que consiste el Libro Blanco de la Cultura en Tomelloso
—Por fin, este sábado se presenta el Libro Blanco de la Cultura en Tomelloso…
Ricardo Ortega: Lo primero es reconocer el trabajo de las 150 personas que han rellenado las encuestas que han dado lugar al libro; a la gente de Acento Cultural; de los promotores de la idea, Francisco Navarro y Dionisio Cañas que es a la vez mentor del proyecto y por supuesto, a los integrantes del comité científico que han participado.
—¿Cómo surge el proyecto del Libro Blanco?
R.O: El Libro Blanco de la Cultura en Tomelloso nace del proyecto Tomelloso Cultural. Después de los dos primeros eventos decidimos virar el proyecto hacía el desarrollo de un libro autogestionado. Partíamos con la idea de escuchar a la ciudadanía, si tanto hablamos de participación, hay que tenerla en cuenta. Se confeccionaron nueve tipos de encuestas por áreas y una de hábitos culturales. Respondieron cerca de 150 personas, eso nos ha permitido, junto al comité científico, desarrollar todas esas propuestas.
El Libro Blanco es importante porque es un espacio de reflexión, aporta una crítica constructiva, nada destructiva. Estamos tendiendo puentes, el proyecto es en sí mismo un ejemplo de como la gente puede colaborar entre sí.
—¿Con qué se queda de este proyecto?
R.O: Con que el Libro Blanco de la Cultura en Tomelloso es un ejemplo de lo que la ciudadanía es capaz de hacer cuando se rema en la misma dirección. Ese es el camino para intentar llegar a sinergias, a sumar entre todos… El signo más es una contaste en el libro porque lo que tratamos de demostrar es que somos capaces de sumar. Si la cultura no nos interesa, que es lo que tenemos que aportar, cual es nuestro granito de arena. Todo lo que está en el libro es el trabajo de mucha gente, que lo ha hecho de forma autogestionada. Hay 180 propuestas, más una de implementación y un pequeño estudio sobre política cultural.
—Tomelloso es un referente cultural, se le nombra muchas veces como la Atenas de La Mancha. En ese sentido, habrán tenido el viento a favor para llevar a cabo el libro, ¿no?
R.O: La definición de Atenas de La Mancha es interesante, viene de como nos vemos desde dentro. Pero la pregunta que habría que plantear es, ¿cómo nos ven desde fuera? En algún momento del volumen mencionamos ese concepto como algo a lo que hay que llegar. No podemos quedarnos tan tranquilos diciendo que somos la Atenas de La Mancha. Lo que Tomelloso necesita, que es lo que hemos podido sacar entre todos para este libro, es que haya participación ciudadana, transparencia a todos los niveles, una evaluación real y, por supuesto, sinergia entre todos los agentes, públicos y privados. Si se cumplen esas cosas y algunas más que se expondrán en la presentación del libro, llegaremos a ser una Atenas de La Mancha.
Tomelloso requiere una búsqueda constante y paciente de su singularidad. Eso nos puede llevar a mirar al pasado y a su puesta valor y, cómo no, al presente y, por supuesto, al futuro. Pero si nos quedamos parados, con una política tradicional, cómoda y sin cambios significativos, no avanzaremos.
—Grosso modo, ¿qué propuestas recoge el Libro Blanco de la Cultura el Tomelloso?
R.O: Las propuestas están segmentadas en varias áreas como ciudadanía o política cultural. Hemos dividido la cultura en distintos ámbitos como patrimonio y museos, creadores y artistas o teatro, entre otros. Todas las áreas tienen sus propuestas, algunas de ellas muy destacables. Y no solo porque se hayan reiterado en las encuestas, también porque además los libros de referencia de la política cultural inciden en ellas. Así, destaca el Consejo Local de la Cultura; un Plan Estratégico con el que se puede conseguir que haya un camino y sepamos hacía donde remamos sin improvisación ni vaivenes en cada cambio de Gobierno municipal. También tratamos los presupuestos, que se mencionarán más extensamente en la presentación. Son 180 propuestas las que incluye el libro, por lo que es necesario leerlo.
—¿El libro es una crítica a las políticas culturales de Tomelloso?¿Se pueden sentir los políticos amenazados por él?
R.O: En absoluto. Hemos analizado la parte económica y hemos escuchado y estudiado cada una de las áreas. Lógicamente cuando planteamos que debe haber un cambio es porque hay algo anterior que debe ser revisado. No necesariamente un cambio absoluto, nadie habla de derribarlo todo, pero sí hay que algunos que son estructurales y significativos.
—Ustedes aseguran que el libro es una herramienta…
Dionisio Cañas: El trabajo fundamental lo ha hecho Ricardo Ortega en colaboración con los encuestados. No se ha hecho solo, pero en él han colaborado muchas personas. Es un libro abierto a que otros en el futuro lo usen como una guía o incluso que hagan sus aportaciones porque no es en absoluto algo cerrado.
La cultura pública tiene que colaborar con la privada. Las subvenciones a la cultura exclusivamente pública no son suficientes para crear un ambiente cultural de un nivel singular. Es algo que, creo yo, está fallando, se hacen cosas a nivel público y privado pero de manera separada. Hay que buscar el apoyo de la red privada para que la cultura en Tomelloso se pueda hacer con más agilidad. El potencial cultural de la ciudad es muy grande, el problema es la dispersión y la falta de asociación en los sectores. Hay que empezar por corregir el fallo fundamental que es, a mi juicio, la desestructuración de la cultura en Tomelloso y la falta de comunión entre privado y público. Este libro sugiere algunas ideas para que eso se vaya materializando.
En el libro está desgranado, desglosado claramente lo que está pasando en la cultura de Tomelloso y como se puede mejorar. Eso es lo que aporta el Libro Blanco de la Cultura en Tomelloso.