El doctor Botia ha hablado sobre los síntomas principales de la enfermedad, qué es y por qué se produce. “Aunque hay muchos aspectos que todavía no son conocidos. Hablamos de una enfermedad que tiene un gran impacto social, con medio millón de personas con alzheimer en España, cifra que irá aumentando y se estima que dentro de veinte años podría ser el doble”. Botia considera fundamental la existencia de un alto grado de conciencia social “para hacer frente a una enfermedad que necesita de la investigación. Conocemos algunos mecanismos de la enfermedad, pero no conocemos bien sus causas. Los tratamientos solo funcionan en la fase inicial de la enfermedad, pero no en la avanzada”.
Responsable de la Sección de Neurología en los hospitales de Alcázar de San Juan y Tomelloso, Enrique Botia, ha explicado que “el proceso creciente de envejecimiento de la población llevará consigo un aumento de los afectados, dado que la enfermedad afecta, principalmente a personas mayores”. Preguntado si el sistema sanitario español está preparado para dar respuesta al aumento exponencial de personas con alzheimer, Botia ha señalado que “es complicado, pero se está intentando organizar. Se habla mucho de la atención integrada para coordinar a todos los especialistas y también es importante que en la atención primaria se puedan resolver la mayoría de los problemas sin tener que ir al hospital, de modo que se bajará la presión asistencial. El problema es que no sabemos si habrá médicos suficientes”.
Por su parte, el neurólogo, Ignacio Rueda, ha disertado sobre el diagnóstico y el tratamiento. “Se trata de ver las herramientas que tenemos para poder llevar a cabo un diagnóstico precoz de la enfermedad con el fin de abordarla en su fase inicial. Los tratamientos al día de hoy son limitados, puramente sintomáticos, con lo que se debe evolucionar hacia fármacos que permitan intervenir antes de que se desarrollen los síntomas”.
Aunque la enfermedad es una, “las manifestaciones clínicas de cada paciente son muy diferentes”. Ignacio Rueda también se ha referido a los “casos excepcionales” en los cuales la enfermedad afecta a gente más joven.
La presidenta de AFAL, Inés Losa, se ha mostrado muy satisfecha por el desarrollo y la respuesta de público que están teniendo unas jornadas “muy ambiciosas, que hemos podido realizar gracias a la colaboración del Hospital de Tomelloso, y en las que se están ofreciendo ponencias de un gran nivel. La primera de las mesas ha sido fantástica y nos quedan otras en las que seguro que se aportarán grandes cosas, abordando la enfermedad desde una perspectiva integral”.
De las aportaciones y mensajes que se están escuchando en las Jornadas, Inés Losa se queda con la palabra esperanza. “Hay que confiar que el alzheimer algún día tendrá cura, pero tenemos que tener los pies en el suelo porque, ahora mismo, y 110 años después de su descubrimiento, aún se desconoce su origen y no existe ningún fármaco que cure. Esto debe servir de acicate para seguir trabajando y abordar integralmente una enfermedad desde los prismas médico, social y familiar. La investigación es de vital importancia para que se sigan produciendo avances”.
En el momento de redactar este artículo se celebraba la segunda mesa redonda sobre prevención de úlceras y los cuidados domiciliarios y hospitalarios, en la que intervenían, Dolores Gregorio Ropero, el fisioterapeuta, Javier Cabañas y la auxiliar del Centro de Día San Rafael, María José Losa. Las siguientes mesas abordarán las terapias cognitivas y las nuevas tecnologías, los recursos sociosanitarios y el proceso de incapacitación legal en el enfermo del alzheimer. Durante la clausura se entregará el premio al mejor Póster. Todos los que se han presentado se exponen en el vestíbulo de entrada del Hospital.