Había buen ambiente este sábado en El Patio. No quisieron perderse la celebración quienes han frecuentado el establecimiento a lo largo de todos estos años. Los abrazos, encuentros, risas y recuerdos fueron una constante de la noche. Quizás a eso contribuyó el concierto que Presocráticos R’n’R Band con canciones muy conocidas por un público que en su mayor parte (al menos cuando los periodistas estaban en el local) pasaba de los cuarenta. El cuarteto, con la solvencia que les caracteriza a sus integrantes, ofreció un repertorio que hizo bailar, cantar y evocar al público que se divirtió de lo lindo.
Después de la actuación, pincharon algunos de los disc-jockeys (como entonces se decía) que pasaron por el local como Chus Perona, Chema González, Carlos de la Osa y todo aquel que se animó a acercarse a los platos. La única condición previa es que sonase la música que ponían cuando trabajaban en El Patio. Pudimos ver a muchos de los camareros y camareras de la historia del local ejerciendo de clientes.
Inmaculada García Perales, inseparable compañera de Rafa Martínez, fundador del local y que se implicó de lleno durante tantos años en el proyecto de su esposo y Alfonso López Losa se mostraban exultantes y emocionados. En ellos se condensa la historia de un establecimiento por el que han pasado varias generaciones de tomelloseros y tomelloseras.
Alfonso López Losa se sentía muy orgulloso con un cumpleaños que fue el pasado 7 de julio, pero que se celebraba este sábado. Ajetreado, minutos antes de iniciarse la celebración daba instrucciones al personal y atendía los requerimientos de los músicos, el hostelero acoge amablemente a los periodistas de Lanza. Nos contó que con la fiesta se ha pretendido “hacer un reconocimiento a tantas y tantas personas como han trabajado en El Patio desde que abrió sus puertas y que forman parte de la historia del local”. En ese sentido recalcaba el actual responsable de la sala, que se ha elegido a los Presocráticos para conmemorar el aniversario porque se trata de unos músicos que “hicieron aquí su vida, de jóvenes hasta ahora”.
Inmaculada García Perales se mostraba contenta y muy ilusionada por la celebración “han pasado cuarenta años y ya somos mayores”. Pero El Patio, recalcaba, ha sido un barco en que durante estas cuatro décadas se ha subido mucha gente “que nos ha acompañado en esta trayectoria y ha hecho que sea posible celebrar esta efeméride”. Inma quiso dejar claro que el emblemático local es el proyecto de su marido Rafael Martínez que no pudo asistir a la celebración. “El Patio es Rafa, ha sido su sueño”. Adelantó que, si la tecnología lo permitía, “haremos que participe en el evento de alguna manera”.
Una gran celebración. Fue como si el tiempo no hubiese pasado —y si lo ha hecho ha sido para mejor— porque parafraseando el tango de Gardel «cuarenta años no es nada».