El 1 de febrero de 2012 echaba a andar un proyecto hostelero capitaneado por Mario Caballero que se ha consolidado durante esta docena de años como un punto de encuentro ineludible en la plaza de Tomelloso. Tuvo claro el empresario desde el primer momento que El Rinconcito tenía que ser un espacio para que los artistas jóvenes, principalmente de Tomelloso, pero no solo de la ciudad, pudiesen mostrar sus creaciones. De hecho, el ciclo de exposiciones comenzó con una muestra de Rafael Rodrigo Toledo, MeOne.
Con la muestra “Nos observan”, del propio MeOne, El Rinconcito cierra una fructífera y brillante etapa de difusión del arte. Un artista —de los favoritos del bar, señala su propietario— que ha ido evolucionando a la par que el local y que en la actualidad es uno de los referentes artísticos de la ciudad.
“Ha sido una decisión que hemos tomado mi mujer y yo. Ahora ya hay muchos lugares donde esos jóvenes, donde esos artistas que están empezando, pueden dar a conocer su obra. Creemos que ya no somos tan necesarios”, apuntaba Caballero. Se trata de un cierre de etapa, señalaba, no del abandono definitivo de la apuesta del local por la difusión del arte, “vamos a dar un paso atrás y en un par de años volveremos otra vez con más fuerza”.
Ha sido cerca de doscientas exposiciones las que se han podido admirar en El Rinconcito. Un espacio que no solo ha servido para dar cabida a los artistas, sino que el propio responsable del local ha hecho en muchas ocasiones de marchante, llevando de la mano a muchos creadores que comenzaban en el mundo de las exposiciones.
Por la taberna de la plaza de España han pasado creadores emergentes y artistas consagrados, pintura en todos los formatos, estilos y técnicas posibles, dibujo, ilustración, cómic, collages, fotografía, tatuajes, arte urbano o poesía. Realismo, expresionismo, impresionismo, figuración, abstracción; fotografía digital, analógica, primitiva; retratos, paisajes, ciudades, gentes, superhéroes, vivencias, emociones… Y cada una de esas doscientas exposiciones ha sido una fiesta.
Insiste Caballero en que el proyecto no está ni mucho menos agotado “vamos a parar un poquito para volver a hacerlo igual. Queremos que El Rinconcito siga siendo el espacio en el que los jóvenes artistas se inician en el mundo expositivo. Pero es necesario un alto en el camino, para descansar, reflexionar y volver con fuerzas renovadas”.
Mario Caballero quiere dar las gracias a todos los que han confiado en El Rinconcito para mostrar sus creaciones al público de Tomelloso. Para no olvidarse de nadie, el hostelero prefiere no nombrar a ninguno, “para mí y para este bar son todos igual de importantes”. Ha agradecido a Lanza y La Voz de Tomelloso el apoyo constante en esta tarea de difusión del arte y la cultura.
Echaremos de menos durante este tiempo las exposiciones en El Rinconcito.
