El vandalismo vuelve a cebarse con los contenedores de la ciudad y lo hace de la peor manera, pues provocar un incendio en este caluroso mes de julio puede tener desastrosas consecuencias. Pero nada de esto entra en la cabeza de unos desaprensivos que disfrutan destrozando lo que todos pagamos con los impuestos y cuesta mucho dinero reparar. La foto nos la ha cedido un ciudadano que pasaba por el lugar.