Laura Plaza Quevedo es una tomellosera que lleva seis años en Italia. Reside en Viterbo (Lazio), a unos 90 km de Roma. Allí presta servicios como trabajadora social. Lanza ha contactado con ella y, como podrán comprobar nuestros lectores, nos ha ofrecido una valioso testimonio acerca de la situación que se vive en el país transalpino, uno los más afectados por el coronavirus.
-¿Cómo está la situación en Italia ahora mismo?
-Estamos en casa desde el lunes
-¿Son muy duras las restricciones que están imponiendo las autoridades?
-El domingo salió el primer decreto con el bloqueo de las zonas rojas en el norte. Pero el sábado alguien pasó el boceto a la prensa, y cuando la gente se enteró de que iban a cerrar las provincias del norte, empezaron a escapar en masa hacía el sur. Como han hecho en España. Así el lunes, después de las escapadas en masa de las zonas con focos, el gobierno decidió declarar toda Italia como zona roja. Y el martes salió el segundo decreto.
-Y…¿qué información dan las autoridades allí?, ¿ha pasado ya lo peor, dan plazos?
-Pues a ver….Sí, todos los días actualizan datos. Ayer estábamos ya en 17.750 casos. Las últimas informaciones dicen que el pico vendrá esta semana.
-Las recomendaciones e instrucciones para hacer frente o prevenir el virus ¿son similares o parecidas a las que se han decretado en España?
-Más o menos igual… desde el martes hay restricciones de movimiento para los ciudadanos: no se puede salir a la calle, a excepción de lo necesario: comprar alimentos, problemas sanitarios o trabajo. Todos los negocios, bares y restaurantes están cerrados, salvo supermercados, farmacias y poco más
-En España se aplicarán sanciones muy duras para quienes se salten estas normas ¿ocurre allí lo mismo?
-Para cualquier movimiento que hagamos tenemos que llevar llevar una autodeclaraciòn (aquí es una forma legal de justificación) donde tenemos que escribir quiénes somos, de dónde, a dónde vamos y por qué. Si es por trabajo, además tenemos que llevar siempre la autorización de la empresa o jefe. Llevar contigo la declaración no te da el poder de hacer lo que quieras. De hecho, tienen que creerlo, y si no es así, te multan y van por lo penal. Ya han multado a más de siete mil personas por no respetar las medidas.
-Se están viendo muchos gestos de agradecimiento y solidaridad,¿no es así?
-La gente sale cada día a ciertas horas, quedan por whatsapp o Facebook, y cantan o bailan en los balcones. Aquí las organizaciones, como en la que yo trabajo, ayuda a las personas más vulnerables para llevarles la compra o medicamentos a casa
-¿Cómo lo está afrontando; con miedo, ansiedad o por el contrario lo lleva con entereza?
-Yo el primer día tuve un poco de ansiedad, digamos que Italia se me hizo muy pequeña… pero creo que fue el primer momento, cuando te das cuenta de lo que realmente está pasando. Han cancelado cosas importantes en la vida de las personas y no es fácil de digerir. Yo el miércoles tenía una operación y me la cancelaron el martes a las 20:00 horas. Había estado 2 meses preparándome. Como te decía, trabajo con personas vulnerables y ellos también han tenido que hacer esfuerzos importantes debido a este cambio tan drástico e importante. El primer momento es duro, pero sólo hay que interiorizar y estar tranquilo, de otra forma no sé arregla nada
-Ha sido muy amable al contestar las preguntas de esta entrevista, ¿le gustaría añadir algo más?
-Sólo un par de cosas más. En relación a lo que está pasando en los supermercados. Aquí también fue un shock el primer día, pero a la gente se le pasó. No entiendo muy bien las reacciones en España en este sentido. Aquí entramos, como mucho, cinco personas en el supermercado, aunque éste sea grande, para garantizar las distancias de seguridad. Fuera había colas kilómetros, pero siempre manteniendo las distancias de seguridad. Ahora la gente va sólo para lo necesario, porque a nadie le gusta estar 2 horas para comprar 1 litro de leche. Espero que en España también se normalice todo.