Lo han hecho con mensajes claros y contundentes, deshaciendo estereotipos y animando a las mujeres que sufren a denunciar su situación, “porque hay salidas, alternativas y apoyos”.
Lourdes Clemente ha presentado el desolador panorama que tienen por delante muchas mujeres “El machismo se manifiesta en las familias, en el trabajo, en los medios de comunicación, en la cultura en general. En una sociedad machista cualquier mujer está expuesta a sufrir una situación de violencia. Hablamos de un fenómeno que, desgraciadamente, es universal”.
Clemente se ha referido no solo a la violencia física, sino también a la sicológica y sexual. “La violencia no hay que enfocarla solo desde el prisma privado, es un problema social que obliga a intervenir a las administraciones públicas. En la región se aprobó una Ley Integral contra la violencia de género que recoge muchos tipos de violencia hacia las mujeres como la trata y explotación sexual, la que sufren a través de las redes sociales, o el acoso laboral”, ha explicado.
Carmen Pilar Burillo ha contado su visión del problema desde su experiencia en Carítas. “Detrás de las necesidades económicas hay otras muchas cosas que, a primera vista, no se ven como las necesidades de vivienda, empleo, formación, ocio o realización de la persona”. Burillo se ha referido a la valentía de las mujeres que acuden a Cáritas a pedir ayuda. “Son ellas las que van y no los varones y esto también es violencia porque son ellas a las que toca dar la cara y sufrir”.
En su intervención también ha argumentado que además del asesinato “está en la punta del icerberg de la violencia hacia las mujeres, hay también agresiones físicas, amenazas, insultos, humillaciones, desprecio, ignorancia, chantaje emocional, humor sexista…en definitiva conductas que suponen desvalorizar a la mujer y que muchas veces consiguen que se sientan culpables”.
La situación de las personas mayores
Cristina se ha centrado en la violencia de género que sufren personas mayores. “Es una realidad menos visible, incluso muchas mujeres no son conscientes de lo que les está pasando. Se da la paradoja que la mujer cuida al agresor y cuando pretende denunciar se encuentra sola, sin el apoyo de su familia”. La representante de Cruz Roja ha ofrecido un dato muy significativo: desde el año 2016 los casos de violencia de género en personas mayores de 65 años han aumentado un 15 por ciento. Al final ha explicado los programas y acciones que se llevan a cabo desde Cruz Roja para ayudar a las personas mayores que sufren violencia de género. “Con ellas hacemos una labor de información, asesoramiento y acompañamiento para que no estén solas en una situación tan delicada”.
Finalmente, Natalia Moreno se ha referido a la violencia machista en el ámbito laboral. “En este campo son frecuentes los acosos, las amenazas, humillaciones….y el miedo impide que muchas mujeres pongan denuncias por temor a represalias, perder su puesto de trabajo o al qué dirán”.
Moreno ha asegurado que “la desigualdad económica es otro tipo de violencia y no hay ninguna razón que justifique que las mujeres tengan que ganar menos que los hombres. Esto no se debe aceptar de ninguna de las maneras”. La orientadora laboral ha animado a las mujeres a mantenerse fuertes y “a no aceptar o normalizar ciertas conductas”. De todos modos, ha considerado esperanzador que algunas grandes empresas incluyan protocolos de actuación para que las mujeres puedan defenderse” y ha terminado hablando de AECAL, la Asociación Española contra el Acoso Laboral que también está desarrollando un gran trabajo.