El ponente forma parte del equipo de migraciones de Cáritas Española y demostró un gran conocimiento del problema, que fue explicando con cercanía, siempre sobre postulados muy sólidos y una claridad de ideas absoluta, interactuando constantemente con el público asistente. Mejor no se pueda dar una charla.
Aperador tuvo muy claro que “estamos endureciendo nuestra mirada hacia lo de fuera, incluso desde la propia Iglesia y necesitamos abordar el problema”. El conferenciante abogó por desmontar esos estereotipos y rumores que se dan como ciertos entre muchos ciudadanos. “Nos quitan el trabajo”, “abusan de los servicios sanitarios”, “poco a poco nos van quitando nuestra identidad cultural”…entre otros muchos. Aperador explicó un proceso que parte de estos falsos esteorotipos, que poco después se convertirán en prejuicios y acabará desembocando en situaciones de discriminación. “Atribuir cualidades a una persona como miembro de un grupo, suele conducir a situaciones de discriminación y de esto se puede pasar a la legitimación social. Los gobiernos encuentran el terreno abonado para tomar decisiones políticas y legislativas que vulneran los derechos de estas personas”.
Aperador fue acompañando sus argumentos con pequeños vídeos y abogó por utilizar toda la información posible para desmontar esos rumores. “Nos debemos preguntar de dónde vienen esos rumores, que casos reales conocemos, cuestionar las generalizaciones. Personas con pasaportes diferentes pueden tener muchos vínculos comunes”. Puso como ejemplo la islamofobia, “se piensa que todos son iguales y no es así. Hay muchas maneras de ser musulmán, igual que hay muchas formas de ser católico. Varía la intensidad en la creencia”.
Según dijo Aperador la clave para superar este callejón sin salida es “ver que la persona está en el centro, buscar siempre el corazón, los encuentros”. Rebatió ese mensaje que se suele lanzar desde la clase político y algunos sectores ciudadanos de estar a favor de la inmigración que sea legal. “Este mensaje que nos venden no se sostiene. Un legal puede pasar a ilegal y sigue siendo la misma persona. Debemos defender el valor de la dignidad humana por encima de la situación administrativa. Ellos son sujetos de derechos y la Iglesia reconoce el derecho a migrar, a buscar un futuro”.
También cuestionó Aperador ese concepto de inmigración que “significa que los que vienen tienen que abandonar su cultura y sus tradiciones, cuando se puede ser de aquí y allí al mismo tiempo”. La presidenta de Cáritas Interparroquial de Tomelloso, Teresa Requena, despidió al conferenciante que se llevó una gran y merecida ovación.
