El Teatro Marcelo Grande de Tomelloso vibró este viernes con la energía, el humor y la sensibilidad de “Mucho Kanka y pocas nueces”, el nuevo montaje de La Joven del Colegio Santo Tomás-La Milagrosa. La obra, una original adaptación musical de la comedia shakespeariana “Mucho ruido y pocas nueces” aliñada con las canciones del cantautor El Kanka, logró llenar el patio de butacas y conquistar al público con una función redonda, cuya recaudación fue destinada íntegramente a la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).

Los 27 jóvenes actores, alumnos de 3.º y 4.º de ESO, ofrecieron una actuación solvente, vibrante y cargada de frescura, combinando con acierto los enredos amorosos y los malentendidos clásicos del Bardo de Avon con las letras vitalistas y contemporáneas de El Kanka. El resultado fue un espectáculo dinámico y emotivo que arrancó risas, aplausos y ovaciones a lo largo de toda la noche.
La dirección artística del montaje corrió a cargo de Mercedes González, responsable del Programa Artes del centro, con el apoyo técnico de Montse Quevedo, la iluminación de Lola Blanco y la escenografía colaborativa de Carpe Diem Teatro. El vestuario, inspirado en la célebre adaptación cinematográfica de Kenneth Branagh y Emma Thompson, y el cartel diseñado especialmente por Concha Espinosa redondearon una propuesta ambiciosa que volvió a demostrar el alto nivel del teatro joven en Tomelloso.

En el saludo final, la presidenta local de la AECC, Mar Morcillo, agradeció emocionada al equipo su “constante compromiso con la causa”, y destacó la importancia de iniciativas como esta para visibilizar y apoyar la lucha contra el cáncer. Por su parte, Mercedes González se mostró dispuesta a seguir colaborando “todos los años que sean necesarios”, subrayando el valor educativo y social del teatro.
La función, que podría repetirse en octubre para los centros educativos de la localidad, se consolida como un hito dentro de la escena cultural juvenil de Tomelloso. Una noche de teatro solidario en la que Shakespeare, El Kanka y la entrega de un grupo de adolescentes recordaron que el arte puede ser también un acto de generosidad.
