Antes de abrir las puertas, ya esperaban fuera 150 personas. Así, hubo que disponer una gran fila para que los niños y jóvenes fueran pasando tanto a la zona de talleres como al pasaje. La gran mayoría llegaron disfrazados creando un terrorífico carnaval en el que se divirtieron tanto grandes como pequeños
Rubén, responsable de la empresa de animación que ambientó tenebrosamente el Centro Joven explicó a La Voz de Tomelloso que los talleres son “los de laboratorio, pintacaras, el castillo hinchable con las arañas, las manualidades y un photocall. Pero la estrella de Halloween vuelve a ser el paisaje que este año tiene como temática el de la película de “La monja”. Somos treinta y cinco personas las que estamos trabajando en esto. El pasadizo ocupa todas las dependencias del centro joven. Lo hemos preparado durante toda la semana y hemos conseguido que sean tres horas de mucha diversión”.
Las actividades se desarrollaron desde las ocho a las once de la noche. Además del Halloween que montó el Ayuntamiento fueron numerosos los grupos de niños que recorrieron las calles de la ciudad para llamar a las puertas de las casas ofreciendo el famoso “truco o trato”, buscando esos caramelos que les endulzaran la tarde.
