Candilejas Teatro hizo pasar una agradable hora y media al público que llenó el Salón de Actos de la Biblioteca Municipal ayer sábado. Sus siete componentes representaron el montaje titulado “¡Espasito, espasito” con monólogos adaptados y dos sainetes en clave de humor que hoy volverán a representar por la alta demanda de entradas. El grupo que nació en el seno de la Parroquia de los Ángeles sacó buena nota.
Candilejas Teatro, que habitualmente pone en escena obras relacionadas con la religión, ha querido volver a recordar sus inicios sobre los escenarios hace diez años. Como explicó Emiliano Morales al inicio de la representación “el humor siempre es necesario en nuestro día a día, nos ayuda a sobre llevar nuestros problemas cotidianos, a desestresarnos, y si además se hace con el único propósito de entretener sin molestar a nada ni a nadie, es el ingrediente perfecto para pasar un ratito agradable”. Lo consiguieron con creces.
Cuando al genial Charlot le preguntaron una vez que de dónde sacaba tantos recursos cómicos contestó “Observo a la gente”. Y en cierto modo esto hace Candilejas que le saca punta a cualquier situación de la vida cotidiana; la búsqueda desesperada de cosas que no se encuentran, en este caso un sacacorchos y que luego aparecen como por arte de magia, los recovecos de la vida en pareja, sofás que hay que cambiar de sitio, las construcciones actuales, regalos de aniversario de bodas que están a punto de truncarse, el carácter de los españoles, los remedios caseros de la generación del sesenta, aquellos viajes en un mítico Seiscientos o esas preguntas tan complicadas que nos podemos hacer en un momento dado “¿qué pasa si bebemos un trato de veneno caducado”. Todo aderezado con gestos, tonos de frases, movimientos sobre el escenario y mucha ilusión para que todo saliera de la mejor manera posible.
Todo concluyó con el “Espasito, espasito” al que magistralmente dieron vida Ana Celia y Ramón, pero antes pasaron por el escenario con mucha dignidad, Emiliano, Vicente, Ana María, Jesús y Purificación. El público se lo agradeció al final con una sonora y larga ovación.