Lanza ha entrevistado al gerente del Hospital de Tomelloso, Antonio Sanz, y al director médico, Guillermo Hermida. Ambos han realizado un balance de gestión desde que aterrizaron en sus cargos hasta hoy. En su análisis aparecen numerosos datos, evoluciones y comparaciones, “porque ahí está la objetividad y no en las múltiples interpretaciones que suele provocar este hospital y la sanidad en su conjunto”,- han afirmado-.
“Este hospital ha aumentado su actividad de una manera exponencial en los dos últimos años, -aseguran- y eso conlleva un crecimiento de la infraestructura. Los datos están ahí, son públicos, casi hemos logrado un 50% más de crecimiento quirúrgico y también se hospitaliza mucho más a la gente, hay más patología. Nada más llegar abrimos diez camas y luego le hemos seguido haciendo cuando ha sido necesario”. Sanz destaca también otros datos que ponen de relieve el crecimiento del centro hospitalario. “Estamos haciendo cirugía mayor ambulatoria para Alcázar, Villarrobledo y Toledo. El año pasado se hicieron mil intervenciones de cataratas para Alcázar, aquí. A pesar de que los índices de natalidad bajan, estamos manteniendo el número de partos, incluso han subido un poco. Son cada vez más los niños que se quedan aquí porque estamos estabilizando el servicio de pediatría, lo mismo ha sucedido con anestesia o traumatología. En general, hemos crecido y ahora toca optimizar”. El gerente del Hospital ha explicado que se van a reubicar los pacientes en la planta 1, que la llamaremos, materno infantil y de obstetricia. Hay estarán todas las madres, todos los niños y todas las patologías ginecológicas. De esta manera, desagregamos patologías y mantenemos en la planta 2, medicina interna por un lado, y la patología quirúrgica por otro, y en la planta 1 los servicios que antes mencionaba”.
Guillermo Hermida ha incidido en que el Hospital, “hay gente muy buena, profesionales muy capacitados a los que hay que dar seguridad y estabilidad. Está siendo muy importante el trabajo en red en el que somos una referencia. La producción quirúrgica ha registrado un aumento espectacular y eso tiene como consecuencia que no haya listas de espera de tramos largos. Puede haber algún caso puntual de un paciente con alguna situación específica, nada más”. Según el director médico un aspecto de gran importancia ha sido la creación de una Comisión de Seguridad Clínica que “sobre la que pivotan todos los problemas que puedan afectar a la seguridad clínica de los pacientes. Así hemos establecido unas rondas de seguridad en todos los servicios, que era algo que existía en este Hospital, con el de detectar problemas y mejorar el servicio asistencial”.
Sanz ha subrayado la importancia del trabajo en red, “lo que tú no puedas hacer que lo haga otro y al revés, lo que otros no puedan hacer, hazlo tú. Estamos haciendo endoscopias digestivas para otros hospitales, resonancias magnéticas para otros hospitales, este año hemos llegado a casi diez mil, de las cuales nuestras son unas 4.000. El hospital ha ido creciendo poco a poco, con una gestión racional y una buena colaboración de los profesionales”.
Tanto Sanz como Hermida huyen de la tentación de colgarse medallas con los datos que ofrecen. “El Hospital es como una empresa que hay gestionar de la manera más profesional y racional posible, nada más”. Hermida ha anunciado la puesta en marcha próximamente de dos nuevos servicios, una Oficina de Gestión de Citas y otra de Gestión de listas de espera, mientras que Sanz ha ofrecido datos de la evolución del presupuesto. “Las inversiones han pasado de los 46.052 euros que se invirtieron en 2014 a los 205.350 euros que se han invertido hasta septiembre de este año, tanto en equipamiento como en acondicionamiento de infraestructuras. Nosotros partimos de una situación muy negativa, con mucho descontento profesional y un índice de reclamaciones absolutamente intolerable. Poco a poco hemos ido consiguiendo cosas, por ejemplo, ahora un alto porcentaje de las camas del hospital son individuales y la plantilla está mucho más estabilizada”.
Ninguno de los responsables del hospital han ocultado lo que denominan “agujeros negros”, refiriéndose a la carencia de profesionales en algunas especialidades. “El servicio de radiología es deficitario, sí, pero eso no es imputable a esta dirección, simplemente no existe el radiólogo que pueda venir aquí, faltan radiólogos por todos lados. Y por este motivo hemos tenido que formalizar un acuerdo con Alcázar. Tampoco encontramos dermatólogos, tenemos uno solo con una carga importante de trabajo. Lo mismo ocurre con profesionales de otras especialidades, es un tesoro encontrar alguno, ya no solo para Tomelloso, sino para capitales y grandes ciudades porque no hay”. Así Antonio Sanz ha explicado que la llegada de los profesionales se produce muchas veces por “el lado afectivo, que sean de la zona, que tengan un buen ambiente de trabajo y una garantía de que se va a gestionar bien su tiempo. Esas son las bazas que nosotros podemos jugar”, añadiendo finalmente que “es fundamental tener un buen servicio transversal de medicina interna”.
¿La llegada del ferrocarril mejoraría este Hospital?, -preguntamos en el final de la entrevista. Sanz y Hermida han respondido que “es paradójico que una ciudad como ésta no tenga ferrocarril, debe ser un caso único en España. El ferrocarril es importante para una ciudad de casi 40.000 habitantes y un área sanitaria de 70.000. Es evidente que proporcionaría un mayor abanico de posibilidades en cuanto a recursos de personal”.