La fotógrafa, Inma Chacón Funes, emprende un nuevo proyecto. Tras un periplo de diez años en Recuerdos de Papel, junto a su sobrina Maika, esta gran profesional inicia un camino en solitario que afronta con ideas claras, ilusión, talante optimista y muchas ganas de trabajar, factores que van muy por encima del miedo e incertidumbre que, inevitablemente, aparecen cuando arranca cualquier negocio o proyecto.
Y según explica, la nueva andadura empieza bien. “Tras el anuncio que hice en redes, la respuesta de la gente ha sido abrumadora: mensajes, llamadas, muchos ánimos de clientes, amigos, familia…Si todo esto se convierte en futuros clientes puedo estar tranquila, pero ese calor que te de la gente no garantiza que el negocio vaya ir bien, para eso hay que pelear día a día y superar muchos obstáculos. En cualquier caso, lo agradezco un montón”.
Inma Chacón expone la motivación que le ha llevado a dar este paso. “Hace diez años decidí emprender un proyecto por mi cuenta, al margen de mis hermanos que siempre han estado ahí y con los que me llevo bien, pero quería reafirmarme profesionalmente y ser Inma Chacón. Lo hice junto a mi sobrina, Maika, con mucha ilusión. Y hasta que ha funcionado, es una etapa que me deja muy buenos recuerdos, en la que siempre ha intentado dar lo mejor de mí. Pero llega un momento de la vida, por diversas circunstancias, que aquello que me hizo separarme de mis hermanos para ser Inma Chacón ha vuelto a resurgir de nuevo. Quiero emprender bajo mi esencia propia”.
Montará su estudio en la calle Veracruz, una ubicación céntrica en la que espera una buena respuesta de clientes y vida para su proyecto. “Ahora toca rehabilitar el local y prepararlo bien” señala esta profesional que se distingue en los campos social y artístico. “Quiero seguir profundizando en esa foto de estudio en la que enseñas el trasfondo de un deportista, modelo o cualquier profesional de un modo más elegante, tratando de reflejar como es. Me encantaría que surgieran más editoriales y catálogos, pero ¡claro! no depende de mí. Siempre estoy abierta a realizar estos trabajos que, evidentemente, combino con el trabajo a pie de calle y todo lo relacionado con el retrato de niños, bautizos, comuniones, bodas…siempre he estado en esto y quiero seguir estando. Lo artístico y lo social se pueden compaginar perfectamente y discrepo totalmente de los que opinan lo contrario”.
La de Inma Chacón es una marca consolidada en un sector en el que abunda la competencia. “He dado este paso porque estoy convencida de que puede salir bien. Yo no sé hacer otro cosa. Desde cría me dediqué a esto y estudié y confío plenamente en mi capacidad profesional para llevar el proyecto adelante”. Confiesa que está hecha un manojo de nervios, pero cuenta que ya tiene un volumen de trabajo importante y en ese trabajo hay encargos de mujeres embarazadas a las que capta con gran sensibilidad y elegancia. “Es una etapa de la mujer irrepetible. Cada embarazo es diferente, una etapa efímera en la que el cuerpo reacciona de una manera distinta. Es el comienzo de algo que te acompañará el resto de tu vida y reflejar esta etapa tan bonita, de una manera elegante y artística, es algo que me llena mucho”.
Inma Chacón termina esta entrevista subrayando que “siempre he estado ahí, pero por circunstancias de la vida no he sido nunca Inma Chacón, y me he sentido un poco a la sombra o teniendo que compartir mi esencia con alguien. Me apetecía emprender sola”