Si no hubiese cambiado la pluma por la peluca y la toga, no sabríamos como se va a la luna, o que al centro de la Tierra se llega por un volcán islandés o que en 80 días se le puede dar la vuelta al mundo. Cuentan los biógrafos del genial escritor que la decisión de escribir la tomó en 1839, con once años, cuando se escapó de casa y se embarcó con destino a las Indias para traerle un colla a su prima Carolina. Ese celebrado episodio es el que, con grandes dosis de fantasía. Nos cuenta Narea Teatro con “La accidentada fuga del joven Julio Verne”.
Comenzaba este sábado la nueva temporada de Artes Escénicas de Tomelloso de la mejor manera, con una compañía ciudadrealeña, Narea Teatro, que puso en escena “La accidentada fuga del joven Julio Verne”, protagonizada por una actriz de Tomelloso, Carmen Pitu López. Teatro infantil, parafraseando el eslogan de La Codorniz, para los niños y niñas más inteligentes, o al menos, más inquietos y con ganas de aprender. Narea durante una hora nos cautivó con la aventura del joven Julio con un montaje vistoso y entretenido en el que nos enseñó ese pasaje en el que se formó el gran escritor. Transmite la obra importantes valores como la constancia y la importancia de los sueños.
Pitu está soberbia en el papel de un Julio Verne de once años. Nos ofrece un niño inquieto, brillante, valiente y con una imaginación desbordante. En su aventura como polizón en el barco Esperanza —que ocupa el centro de las tablas gracias a una impactante escenografía— va a conociendo a unos extraños personajes que, cuando pase el tiempo aparecerán en sus obras. Les dan vida unos fantásticos, Pablo Menasanch, Jaime Moreno y Javier Moncada. Capítulo aparte merece el fantástico vestuario, que junto a la escenografía, nos sumerge en un mundo fantástico y muy cinematográfico.
Lord Edward Glenarvan en busca del Capitán Grant que le confiesa al joven Julio que “para acometer una aventura solo hace falta fe”. Un Passepartout caído del cielo le explica al sorprendido joven que se puede dar la vuelta al mundo en ochenta días.
Exhausto, desconfiado y huyendo e Ogareff aparece en la cubierta Miguel Strogoff. De su Nautilus llega el capitán Nemo, misántropo y vengativo, enfundado en un traje de buzo al que Julio convence para que no se cargue el Esperanza. “Si te lo propones, conseguirás todo lo que quieras”, le dice en su despedida. Y todo, todo lo va a apuntando el joven Julio en su cuaderno porque, como le dice el último de los personajes que llega al Esperanza —y que no vamos a desvelar— “escribir es la verdadera aventura”.
El público se divirtió con el montaje y algo muy importante, los más pequeños conocieron a uno de los mejores escritores de todos los tiempos, ese que a muchos nos inició en la lectura. Narea tuvo que salir a saludar varias veces ante los continuos aplausos del respetable.