Victoria García se somete hoy a un trasplante de médula ósea. Todo empezó a finales del 2019, cuando esta joven tomellosera de 30 años se notaba cansada y empezó a tener infecciones, señal inequívoca de que algo no iba bien. El diagnostico llegó en marzo. Lo que al principio podía ser un linfoma de Hodgkin acabó siendo un subtipo raro de la leucemia mieloide aguda. Los médicos no sabían cómo reaccionaría al tratamiento
Para mayor complicación, durante la primera fase del tratamiento se contagió de la Covid-19. Victoria pasó mucho tiempo ingresada y aislada, aunque a veces pudo estar en casa. Su gran alivio fue pasar buena parte del tiempo junto a su madre. En una situación tan difícil, Victoria ha demostrado una entereza y fuerza que han causado sensación en su entorno más próximo. Ella quiere dar visibilidad a su enfermedad, porque sabe que así podrá ayudar a mucha gente joven que también la padece y a ella misma. Lanza ha entrevistado a esta inmensa mujer tres días antes del trasplante. Esta es solo una primera parte de una jugosa entrevista que tendrá más entregas.
Diplomada en Trabajo Social por la UCLM y con un Máster MBA y Comercio Internacional, Victoria asegura que es extrovertida y social por naturaliza. “Mi gente es lo primero. Me apasiona viajar y conocer gente. Por ello aprendí inglés y viví 3 años en Irlanda”, dice. También asegura que “no puedo vivir sin música” y confiesa ser una amante del Sur y de la moda flamenca. Otra pincelada sobre su carácter “el mar me da paz”.
-¿Cuál fue la primera sensación que tuvo cuando le diagnosticaron la leucemia?
-El día lo tengo grabado a fuego: 06/03/20 a las 11:15 de la mañana. La persona encargada de comunicar la noticia, una hematóloga algo mayor que yo, encantadora y, a la que se le veía a la legua que no venía a decir nada bueno. La noche anterior habíamos llegado al Hospital de Alcázar de San Juan para someterme a una biopsia de ganglios. Tenían la certeza que hablábamos de un cáncer linfático y no de leucemia. Allí debía someterme al tratamiento. Pero a la mañana siguiente todo dio un giro. Confirmaron que era leucemia aguda mieloide con un subtipo un poco complicado, M0. Solo un 1% o 2% de la población afectada por esta enfermedad contrae este subtipo.
Cuando escuche las palabras “Tienes Leucemia y nosotros no podemos tratarte más” estaba sentada en la cama con mi padre a mi izquierda y la hematóloga a mi derecha. Yo respiré hondo, dejé caer unas cuantas lágrimas, miré a mi padre y dije “ya está, nos ha tocado y a por ello”. Si nos ponemos hablar de sentimientos: dolor, rabia, fuerza, coraje y miedo, mucho miedo.
-Lejos de hundirse está mostrando una vitalidad y una fuerza arrolladoras. ¿qué le ha llevado a adoptar esta actitud?
-Para mí no era una opción. Tuve claro desde un primer momento que quiero vivir. Que la actitud es primordial ante este tipo de enfermedades, en general, ante cualquier cosa en la vida. He tenido momentos de debilidad, como todos, pero siempre he intentado repetirme a mi misma que esta batalla la voy a ganar. Ante cualquier noticia que me daban el equipo de hematólogos del Hospital Universitario de Albacete, además de preguntar de todo, siempre repetía lo mismo: “A mi curarme, que tengo muchas cosas que hacer”. Creo que tanta vida le he pedido a la vida, que no ha tenido más remedio que darme la oportunidad de seguir luchando.
-Su enfermedad ha coincidido con la pandemia del coronovirus que a usted también le afectó…
-Sí, fue un tránsito complicado. El virus tenía “bloqueada” la médula tras la quimioterapia y las defensas que mi cuerpo creaba eran para luchar contra el Covid. Llegaron a pensar que el tratamiento no funcionaba por este motivo. Me lo detectaron un domingo 4 de abril con un diagnostico que parecía indicar que el bicho llevaba en mi cuerpo una semana, y yo sin enterarme). Ese mismo día comenzó el tratamiento y lo superé con éxito. Cuatro días después, mi médula comenzó a trabajar por si misma después de casi 2 meses.
-¿Ha tenido oportunidad de hablar con personas a las que le hayan realizado trasplantes de médula?
Si. Una de ellas ha sido trasplantada en este mismo hospital y se recupera satisfactoriamente. Aunque cada caso es un mundo y no quiero ser pesimista, pero si realista. Las enfermedades hematológicas son unas grandes desconocidas. Aunque he de señalar que en nuestro querido pueblo tenemos algunas imparables que han podido celebrar ya unos cuantos “cumplevidas”
Esta entrevista continuará.