Había miles de fieles en el recorrido por el perímetro del Santuario, protagonizando una bellísima estampa nocturna con el rezo del Santo Rosario y la imagen de la Patrona iluminada por las llamas de las teas. Miembros de la Hermandad reconocían que no se recordaba una Procesión con tan alta participación.
A las diez en punto de la noche, en una espléndida noche de primavera, la imagen de la Virgen de las Viñas salía radiante de la Ermita para iniciar la Procesión. El presidente de la Hermandad, Alejandro Ramírez; todos los miembros de su junta directiva; el alcalde, Javier Navarro; los concejales del equipo de gobierno, Manuel Marquina y Elena Villahermosa; el Mayoral de la Romería, Javier Perales y la pregonera, Elena Jiménez, encabezaban la marcha. Durante todo el recorrido, agentes de la Guardia Civil y la Policía Local han ido custodiando la imagen de la Patrona y organizando al público.
Como suele ocurrir, las antorchas puestas a la venta se han agotado con rapidez. Unas horas antes, devotos, familias y romeros de todas las edades han ido pasando por el altar de la Virgen para ver de cerca a la Patrona, haciéndose fotografías y saboreando esos segundos de cercanía para hacerle peticiones y darle gracias. A media tarde, muchos romeros han disfrutado también de esa tradicional visita guiada que dirige el catalogador del museo y mayordomo de la Virgen, Félix Godoy.
Finalizado el recorrido, y una vez que la Virgen ha llegado a la Ermita, se ha prendido una larga colección de fuegos artificiales. Acto seguido el coro rociero “Alma flamenca” ha recibido a la Patrona con la Salve. “Hoy quiero cantar a mi Virgen de las Viñas, con su carita divina y a nuestro caminar y Chemi “El Choileja” ha aumentado el grado de emoción cantando unas sevillanas dedicadas a la Virgen. Lo que será no lo sé, y aunque yo lo haya vivío, no sé explicar el porqué, nadie vuelve de Pinilla, siendo el mismo que se fue.
