Con una sencillez estremecedora, Tomelloso ha homenajeado este sábado a las víctimas de la pandemia. El tiempo ha hecho que se traslade a la Biblioteca Municipal un acto solemne, emocionante, de lágrimas contenidas y muchos recuerdos. La música de la Coral Lux Aeterna ha centrado un tributo organizado por el Ayuntamiento y la Plataforma de Familiares y Afectados por COVID-19 en Castilla-La Mancha. No cabía un alfiler en el salón de actos de la Casa de la Cultura.
El alcalde, Javier Navarro, la presidenta de la asociación, María José Saiz y las concejalas Inés Losa y Elena Villahermosa han estado en un acto presentado por el concejal de Sanidad, Antonio Calvo, “la lluvia no va a detener nuestros sentimientos, no va a impedir que nos juntemos a recordar a los que queremos”. Cuando las palabras callan, la música habla, ha dicho el edil que ha pedido al auditorio que se deje llevar por los sentimientos.
Loli Poveda y Pilar Cano han entonado una salmodia con los nombres de las quinientas personas fallecidas y que sus familiares forman parte de la Plataforma de Afectados. Se han alternado diciendo el nombre y la edad, como una dolorosa letanía, rezando una plegaria para que no vuelva a ocurrir una tragedia como la que nos golpeó hace cinco años, acompañadas por el piano de Antonio Rodrigo. Después. La Coral Polifónica Lux Aeterna, dirigida por Antonio Rodrigo, ha interpretado cuatro piezas como homenaje a las víctimas. “Llega el día”, del Nabucco de Verdi; “Alma, corazón y vida”; “Mira frente a ti”, de Los chicos del Coro y “Sueños de sal”.
Es necesario recordar su memoria
“Es más que necesario” honrar y recordar la memoria de las víctimas, “uniéndonos al de los familiares y amigos”. Tomelloso fue “una localidad muy señalada por la pandemia en la que tuvimos que acudir al cementerio seis veces más de lo habitual”. Una localidad, ha subrayado Javier Navarro, “en la que no nos podíamos despedir de los fallecidos, con días de catorce o quince entierros”. Siempre quedará en Tomelloso, ha señalado su alcalde, “el recuerdo de todas esas personas que se fueron en silencio y en soledad”.
“Siempre que podamos hay que recordar a las víctimas del COVID, con actos como este, más que necesario”. Tampoco hay que olvidar “para aprender de lo que vivimos, para estar mejor preparados en caso de que ocurra otra situación similar y para valorar el trabajo de tantas personas que ayudaron a los demás. A los que fabricaban mascarillas o pantallas, a aquellos que llevaron alimentos a las residencias, a los sanitarios, a los agricultores y a quienes de la noche a la mañana se declararon esenciales. Fueron personas relevantes para nuestra sociedad, para que España y Tomelloso pudieran solventar esa situación dramática”. Navarro se ha preguntado que, si Tomelloso hubiese tenido una UCI, el número de fallecidos habría sido menor, “pido vuestra ayuda para luchar por ella”.
María José Saiz Zamora, presidenta de la Plataforma de Familiares y Afectados por COVID-19 en Castilla-La Mancha, ha explicado que “recordar a las víctimas es la única manera de detener el tiempo”. Para la Plataforma, “nunca son números y nunca lo serán siempre los llevaremos en el recuerdo”. Es necesario, ha apuntado la presidenta “nombrarlos con nombre y apellidos y volverles la dignidad que merecen”.
No son números y nunca lo serán
Los nombres de los que se fueron y que sus familiares forman parte del colectivo “son una mínima parte de los que perdieron la vida en esos días aciagos”. Aquí en Tomelloso “fueron muchos más, incluso en la región. Nombramos a quinientas personas, pero son muchos más”. Durante su intervención, Saiz ha manifestado que “cada lágrima derramada, cada palabra compartida es un acto de amor”.
