Al igual que ha ocurrido con otras fiestas, San Antón ha sufrido un progresivo desplazamiento al fin de semana con el propósito de alargar la fiesta, sin que pese sobre la conciencia de que hay que trabajar al día siguiente. Pero hay fieles a la celebración de San Antón en su día, tal y como establece el calendario, como se ha hecho de toda la vida de Dios, aunque al día siguiente espere una larga jornada de poda, oficina, empresa o colegio. Lo pudo comprobar en la noche del 16 de enero, Lanza, que hizo un recorrido por varias hogueras que se prendieron en la ciudad.
Un poco antes de la hora marcada, se encendió la hoguera en Elder, donde los usuarios disfrutaron de un agradable momento y dieron buena cuanta de las viandas que se prepararon. Sonó la música y se compartieron también dulces y bebidas. Allí estuvo el director del centro, José Manuel Sampedro, que sigue empeñado en hacer lo más feliz posible la vida de los usuarios y por ello se afana en revivir las fiestas y tradiciones que ellos celebraban en sus tiempos jóvenes. También estuvo el escritor Dionisio Cañas, buena parte del patronato de los miembros del patronato de Elder y algunos usuarios de AFAS que se acercaron dada la íntima conexión que ha habido siempre entre las dos instituciones.
Y por supuesto estuvieron los trabajadores que no escatimaron esfuerzos para que los residentes pasaran una agradable noche. Poco a poco les fueron ayudando a que se retiraran a sus habitaciones y la institución fue recuperando su pulso normal.
Lanza tuvo también la oportunidad de compartir hoguera con un grupo de vecinos de la calle Oriente que organizó su hoguera en la confluencia de esta calle con Dulcinea en medio de un ambiente de sana alegría y convivencia.
Nuestra siguiente parada sería la hoguera que prendió en la calle Santa Rita el trabajador del Ayuntamiento, Patricio Segundo, donde reunió a un buen número de familiares y amigos, incluido el periodista que compartió con ellos la fiesta hasta casi el final. Vivir en primera persona San Antón, además de disfrutar de asado, dulces y buena bebida, también implica conversar, ver a personas a las que no se veía desde hace tiempo, conocer personas nuevas, reír con el humor que siempre aparece al abrigo de la hoguera, contagiarse de la algarabía de los niños y brindar por el año que acaba de iniciarse. Patricio lo tuvo muy claro en su brindis, “que tengamos todos salud y nos podamos a volver a juntar todos el año que viene”. Unos buenos deseos que resumen el auténtico espíritu de esta fiesta.
Otro lugar donde San Antón se celebra el 16 de enero es Bodegas Allozo Centro Españolas. Allí se reúne siempre la familia propietaria para prender una hoguera de espectaculares dimensiones a base de palets y cepas. Este año no pudimos estar con ellos, pero amablemente nos han hecho llegar las magníficas fotografías que aparecen en este reportaje. Y el sábado el San Antón más masificado, que también les contaremos.
