Había terminado la recepción a las autoridades, madrinas y autores premiados en el Ayuntamiento y solo quedaban unos pocos minutos para que el autobús que trasladara a todos ellos al Teatro “Marcelo Grande” se pusiera en movimiento. Pero Lanza pudo encontrar un hueco entre bambalinas y entrevistar a la ganadora del premio de Artículos Periodísticos “Juan Torres Grueso”, la vallisoletana Natalia Calle Faulín, ganadora con el artículo titulado “Viñedos en altura: la apuesta de Castilla-La Mancha por diferenciarse”.
-¿Qué ha supuesto para usted la consecución de este premio?
-El premio ha sido una enorme alegría y además me ha permitido conocer esta tierra del Quijote que está lejos de donde yo vengo, de la montaña palentina.
– Ha ganado el premio con un artículo que habla de nuevas tendencias a la hora elaborar vino, ¿qué nos puede decir de su trabajo?
-Es un artículo que habla de los proyectos desarrollados por tres familias emprendedoras que han buscado unos parajes singulares en altitud, desafiando un poco el cultivo tradicional de la vid, para imprimir a sus vinos un sello particular y una personalidad única. De este modo, se ponen en valor los vinos de Castilla-La Mancha y de España.
– A los vinos de Castilla-La Mancha les ha costado obtener un reconocimiento…
-Castilla-La Mancha es el gran viñedo de Europa y de mundo y para mí ha sido un descubrimiento de estos tres proyectos, uno de los cuales tiene raíces palentinas como yo y me hizo especial ilusión darlos a conocer. En Castilla-La Mancha además de mucho vino se hace buen vino.
–Además de su labor periodística en el ámbito de la agricultura, ¿se mueve también en otros ámbitos?
-Me gusta escribir también relato breve y este año he recibido un premio en mi tierra. Pero estoy centrada fundamentalmente en el periodismo relacionado con la agricultura, la ganadería y el sector agroalimentario porque son sectores que me apasionan y donde estoy conociendo a gente valiente y emprendedora que realiza con mucha valentía su labor.
-¿Tenía referencias de Tomelloso?
-No lo conocía, aunque hace unos cuantos años estuve de paso con motivo de una excursión escolar. Lo he descubierto ahora y me ha parecido una tierra encantadora con ciudades preciosas y muchos encantos naturales.
-Usted es de Castilla y León y la problemática que pueda tener un agricultor de su tierra es muy parecida a la que puedan tener los de aquí ¿no cree?
-Sin duda. A pesar de la distancia física que pueda existir, la agricultura es un gremio que comparte problemas comunes: los precios están por los suelos y los profesionales de la agricultura tienen que pelear mucho porque les queda poco margen. Y esto tiene que cambiar porque a los agricultores les debemos la alimentación de lujo que tenemos en España y un medio rural que preservan, conservan y mantienen y que todos necesitamos.
