Tomelloso celebró una de sus Fiestas de las Letras más especiales al coincidir con el centenario de Francisco García Pavón y estar muy reciente el recuerdo del dibujante, José Luis Cabañas, fallecido días atrás. En el certamen apareció la música, la danza, algo de teatro, el dibujo, la pintura, la fotografía y, por supuesto, la buena literatura de los premiados y de la obra de García Pavón. Con un Teatro Municipal prácticamente lleno, el acto contó con la presencia del presidente de la Diputación, José Manuel Caballero; el delegado de Educación, Cultura y Deporte, José Caro; la alcaldesa, Inmaculada Jiménez; concejales de los cuatro grupos de la Corporación, las madrinas, que lucieron unos elegantes vestidos verdes, y representantes del tejido empresarial y asociativo de la ciudad.
Encarna Cabañas, presentadora del certamen junto al actor Álvaro Márquez, dedicó unas hermosas palabras a su hermano, el dibujante José Luis Cabañas, el de la viñetas “divertidas, alegres e irónicas”. Ella demostró gran fortaleza y profesionalidad en una presentación que hizo un completo recorrido por la vida y obra de García Pavón, leyendo muchos fragmentos de sus cuentos mientras en la gran pantalla aparecían entrañables vídeos y fotografías del escritor. Algunas de ellas fueron entresacadas del libro que publicara Serafín Herizo que sirvió de introducción a la entrega de los premios de Fotografía.
Premios de fotografía, pintura y dibujo. Los premios de fotografía recayeron, en la modalidad de color, en Javier Ferrer Chust, de Villarreal por una serie titulada “In Constructie I, II, III”; en el zaragozano José Ramón Moreno Fernández por una serie titulada “Magenta I y II”. En la modalidad en blanco y negro el premiado fue Arturo Rodríguez Aguilera por una serie de 3 fotografías titulada “The Border”
A continuación se entregaron los premios fondo de adquisición “Antonio López García” de pintura y dibujo, dotado con 9.000 euros, en la categoría de pintura, a Fernando García Medina, de Ciudad Real, por el trabajo titulado “La cama de mi abuela”; a María Jiménez Martínez, de Tomelloso, muy aplaudida por sus paisanos, por “Niña en la playa” y a Ana María Cencerrado García de la Galana, de Ciudad Real, por “Aquellos que no separaban profesión arte”. En la categoría de Dibujo, los premiados fueron Juan José Guerra Valiente, de Sevilla, por “Sinestesia Gravitacional: Cross-Cap”; Jorge Gallego García, de Sevilla, por “Hacia la sombra”, y Belén López Jiménez, de Cuenca, por “Identidades Perdidas”. Todos agradecieron el premio, valoraron la longevidad del certamen cultural y explicaron brevemente el contenido de sus obras.
El liberal que se rebelaba ante las injusticias. Así llegó el momento de la entrega de premios del certamen literario. Primero el del XXIV Artículo Periodístico Juan Torres Grueso, dotado con 1.000 euros y diploma, se lo llevó nuestro compañero, Francisco Navarro, por su trabajo, “Luis Quirós, el hombre bueno que amaba a Tomelloso”. El galardonado consideró un honor “conseguir este premio y mucho más en el centenario de Pavón. Se lo dedicó a mi familia y especialmente a Luna y Enma, la hija y nieta de Luis Quirós, que son las responsables de que hoy esté aquí”, dijo. No olvidó Navarro su gratitud con los medios en los que trabaja, La Voz de Tomelloso y Lanza, y abundó en la figura de Quirós, “un hombre polifacético que tuvo la desgracia de vivir en una época convulsa, un hombre que le salían culebras por la boca ante las injusticias, era uno de esos liberales de los que tanto habla Pavón en sus libros”.
Los premios de poesía. La feliz reaparición de la guitarra de Inocente Picazo fue la antesala de la entrega del Premio Local de Poesía Ángel López Martínez, de mil euros y diploma, que consiguió Gabriel Nan por su trabajo titulado “Vive la poesía”, del que recitó varios versos. El Premio de Poesía José Antonio Torres, dotado con 2.000 euros y diploma, lo ha ganó Antonio Tocornal por su obra “Anuncios por palabras”. “Agradezco la valentía del jurado en el que hay tres grandes poetas de premiar un texto que, inicialmente, no iba a ser un poema”, señaló el galardonado.
Gregorio Miguel Dávila de Tena, ganador del Premio de Poesía “Eladio Cabañero” por su poemario “Madre del Agua” aseguró que su trabajo se basa en preceptos de la sabiduría oriental y elogió la armonía de un certamen literario “que ha sabido aunar tradición con modernidad”.
Una curiosa coincidencia. Sonaron los acordes exquisitos del piano de Marieli Blanco, mientras Lidia Gorrachategui componía bellas figuras de danza. Apareció también la deliciosa flauta travesera de Irene López, el clarinete de Agustín Pradillos y continuó la lectura reposada de Pavón a cargo de los dos presentadores. Una atmósfera cargada de talento artístico para seguir entregando premios. El Premio Local de Narraciones Félix Grande, de mil euros y diploma, fue para Eva María Baos Ruiz por su trabajo titulado “Aliento de vida” que dedicó con emoción a su abuelo, mientras que el Premio de Narrativa Francisco García Pavón, dotado con 7.500 euros y diploma, con su novela “Viaje a la locura” fue para José Manuel González. “Curiosa coincidiencia, -dijo el autor-. En mi nombre va también el del popular policía que creara Plinio y también soy veterinario como Don Lotario”. El galardonado ofreció unos trazos de “una novela policiaca con tintes costumbristas que se desarrolla en los ochenta y que parte de unos hechos reales que sucedieron en un tren con un loco bebedor de refrescos. Como tantas veces ocurre, la realidad supera a la ficción”.
Pavón dio mucho al pueblo donde nació. Ya solo quedaba la intervención de la mantenedora. La escritora, Lourdes Ortiz. “García Pavón, con el que coincidí brevemente en la Escuela de Arte Dramático, dio mucho al pueblo donde nació, lo convirtió en un modelo y le dio carácter, ensalzando esos valores que tiene la España rural y profunda”. Ortiz expresó su predilección por la etapa donde Pavón cuenta su infancia “que siempre es fundamental para el desarrollo de la persona y su inteligencia”. Para Lourdes Ortiz “Pavón contó magistralmente todo lo que le influyó desde pequeño, haciendo eternas esas pequeñas cosas del Tomelloso que amaba. Nos dejó un inmenso legado y ese inolvidable personaje, Plinio, jefe de la Policía local del pueblo, ayudado por el curioso veterinario, que se convirtió en paradigma de esa sociedad rural con sus problemas, sus buenas gentes y sus malhechores”. La mantenedora prometió volver a Tomelloso.
Al final todos los músicos se unieron en la interpretación del Himno de Tomelloso que todo el público cantó puesto en pie. La 69 edición de la Fiesta de las Letras había concluido.
