Lunes de mercadillo. Protección Civil de Tomelloso lleva a cabo, bajo un sol de justicia, labores de desinfección y seguridad del recinto donde está instalado este tradicional zoco. También, junto a la Policía Local, los voluntarios de la organización llevan a cabo el control de acceso y de aparcamiento. En la puerta de entrada están la jefa de la Agrupación, Isabel Blanch y el subjefe, Daniel Cuadrado, de Marcelino Novillo y José Daniel Martínez.
La Agrupación de Tomelloso echo a andar hace tres años, a principio de julio de 2017 y tiene 22 voluntarios «muy pocos para según que cosas», señala Isabel Blanch, la mayoría hombres. Protección Civil, en ese sentido, va a poner en marcha una campaña para la captación de nuevos voluntarios, explica la jefa de la Agrupación.
—¿Son todos voluntarios en Protección Civil?
—En Protección Civil somos completamente voluntarios, es decir, no cobramos nada.
—Para mucha gente son ustedes los que dirigen el tráfico sin autoridad…
—En esta pandemia se ha visto que eso no es así. La utilidad va más allá de eso; hemos ayudado a más de doscientas personas. Gente que ha necesitado, medicaciones, por ejemplo, o hacerle la compra. O bien porque era enfermos de COVID, o porque eran personas de riesgo, mayores o enfermos con patologías anteriores.
Tenga en cuenta que el curso que hacemos nos prepara para un montón de cosas, no solo para el tráfico. Tenemos formación en incendios, en primeros auxilios o en montón de cosas. Unos conocimientos que gestionamos dentro de la propia asociación, reciclando y actualizando nuestros conocimientos y habilidades.
—¿También tienen preparación sanitaria?
—Por supuesto. Además, a raíz del descenso de voluntarios en Cruz Roja, nos hemos equipado sanitariamente mucho. A los eventos acudimos con unos botiquines descomunales con los que podemos hacer frente a casi cualquier cosa.
—¿Cuáles son las principales tareas que lleva a cabo Protección Civil sin COVID? Ustedes están preparados para actuar en situaciones límite, ¿no es así?
—Realizamos un montón de cursos durante todo el año que tienen que ver con situaciones excepcionales. Hay un curso de confinamiento, curiosamente, también hay sobre resolución de conflictos y otros muchos que nos preparan por si es necesario. Al igual ocurre con el material que tenemos, es también por si acaso. Tenemos material para inundaciones, primeros auxilios, fuego y ahora estamos habilitando un sistema de fumigación. La realidad es que la mayoría del tiempo estamos quietos, pero preparados.
En circunstancias normales atendemos pequeños accidentes, hacemos búsqueda de personas perdidas o desaparecidas, con buen final hasta ahora.
—¿Cuál es el perfil del voluntario de Protección Civil?
—No hay perfil, hay tantos motivos para ser voluntario de Protección Civil como personas. Lo que necesitamos es que la gente que tiene inquietudes pruebe. Por supuesto, tienen que tener ganas de ser voluntarios, de dedicar su tiempo libre, o no tan libre, a hacer algo por los demás gratis. Aquí procuramos que, encima, no nos cueste dinero.
—¿Sienten reconocida por la sociedad la labor que llevan a cabo?
—En general, sí. Es verdad que hay gente que por desconocimiento que no nos sabe ubicar, pero por regla general, se nos reconoce. Especialmente en esta complicada situación, tengo muchos mensajes en el móvil de agradecimiento. Aunque también hemos recibido peticiones algo peregrinas que expresan situaciones de angustia y soledad.
