Centenares de fieles han participado este domingo en la función religiosa en honor a la Virgen de las Viñas, Patrona de Tomelloso, celebrada en el santuario de Pinilla. Pasadas las once y cuarto de la mañana, el repique festivo de las campanas anunciaba el inicio de una Eucaristía que ha presidido el párroco de San Pedro, José Luis Merino, acompañado por los sacerdotes tomelloseros Antonio Cabrera y Santiago Benito, así como por los presbíteros José Ángel Martín, Antonio López, José Carlos Redondo y Eustaquio Camacho. También ha estado presente el seminarista Abrahán Martínez. La celebración, animada por los cantos del coro infantil y juvenil de la parroquia de la Asunción, ha culminado con la imposición de más de ochenta medallas a nuevos hermanos de la Virgen.
Al servicio religioso han acudido el alcalde de Tomelloso, Javier Navarro y concejales del PP, VOX y PSOE. Han estado la diputada nacional Rosa Romero; el vicepresidente de las Cortes Regionales, Santiago Lucas Torres; el diputado regional Fran Barato; la directora general de Asuntos Europeos Nazareth Rodrigo; los diputados provinciales Carlos Martín de la Leona y Benjamín de Sebastián; la delegada de la Consejería de Hacienda, Inmaculada Jiménez, la alcaldesa de Socuéllamos, Conchi Arenas y el portavoz “popular” en Alcázar de San Juan, José Antonio Navarro. También han participado en la Romería de Tomelloso el presidente nacional de ASAJA ,Pedro Barato; Juan Antonio Valle Gómez, coronel Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Ciudad Real; el capitán jefe de la IV Compañía, Antonio Villalta Sánchez y el teniente Jefe del Puesto de Tomelloso, Francisco Jesús Muñoz Ligero.
Por primera vez, una mujer de capataz
Por primera vez en la historia de la Hermandad, una mujer, Luisa López, ha ejercido de capataz en el traslado de la Virgen desde su camarín hasta el altar de campaña. Por otro lado, el Mayoral 2025, Javier Perales, ha lanzado el tradicional “¡Viva la Virgen de las Viñas!”, al final del himno a la Patrona de Tomelloso con el que se ha cerrado la Eucaristía. El presidente la Hermandad de la Virgen de las Viñas, Alejandro Ramírez ha estado acompañado por su junta directiva y los representantes de las hermandades de Pedro Muñoz y Criptana.
Confianza en la Divina Misericordia
En su homilía, José Luis Merino ha centrado su mensaje en la confianza en la Divina Misericordia, en sintonía con el Evangelio del día, que narra la duda de Santo Tomás. «No es una duda racional, sino la de un corazón herido que ha dejado todo por el Señor y se ha sentido solo», ha reflexionado. Inspirándose en las revelaciones de Santa Faustina Kowalska y en la enseñanza de San Juan Pablo II, ha animado a los presentes a «abrazar el corazón misericordioso del Señor, especialmente en los momentos de dificultad».
Merino ha enlazado este mensaje con la figura de la Virgen de las Viñas, recordando cómo María «confió incluso en el momento de la cruz, sabiendo que la muerte no tenía la última palabra, sino que la última palabra es la resurrección». María, ha subrayado, «es nuestra guía en el camino de la fe».
Un homenaje emotivo en el atuendo de la Virgen
La imagen de la Virgen de las Viñas luce este año un nuevo manto, como ha explicado el mayordomo Félix Godoy. Se trata de un manto de brocado en triple seda valenciana, tejido manualmente, con fondo de color marfil claro bordado en plata y matices en verde. El vestido, a juego, es de seda en tono verde agua, coordinado también con la ornamentación floral, compuesta por rosas holandesas en ese mismo color. La vestimenta la han sufragados los anteriores servidores de la Virgen, incluido el propio Godoy y el peluquero recientemente fallecido, Ruphert.
El pelo natural fue un regalo de Ruphert, benefactor discreto de la Hermandad, en cuyo homenaje se ha decidido este año vestir a la Virgen de esta manera especial. «Aunque siempre quiso permanecer en la sombra, Ruphert ha sido un pilar fundamental», ha destacado emocionado Godoy.
