La entrañable maestra, escritora y gran amante de la cultura ha recibido un emotivo homenaje de la asociación con la que tantas veces colaboró, Haciendo Surco, que ha organizado un elegante acto en el que la palabra, la música y la solidaridad han mezclado armónicamente. Presentado por la periodista de CMMedia, Marina Moreno, el acto se ha realizado a beneficio del proyecto de la Casa de Acogida en Douala (Camerún) que promueve e impulsa la asociación. Una casa de acogida para niñas en riesgo y otro programa que vela por la recuperación de familias desestructuradas, la educación y la nutrición en una ciudad con grandes bolsas de pobreza.
Tere Requena ha recordado a Esther de Paz con unas emotivas palabras. “Era una persona excepcional y alegre, su bondad y generosidad eran incomparables. Su marcha llena un vacío imposible de llenar, pero su recuerdo permanecerá siempre con nosotros”. La presidenta de Haciendo Surco también ha recordado a Lola Vega, otra mujer que se implicó al máximo en una asociación, que como ha apuntado la presentadora, tuvo su germen en el año 1968 con la llegada a Tomelloso del sacerdote, Don Esaú de María, aunque su constitución oficial se produjo en el 2006.
Con presencia de sus hijos, nietos, su hermana y otros familiares, la figura de Esther de Paz se ha recordado a través del gran Federico García Lorca, algo que a ella le habrá encantado conociendo la admiración que le profesaba al poeta granadino. La deliciosa música la han puesto Mariely Blanco al piano; Agustín Pradillos con el clarinete y la Coral del Conservatorio de Música de Tomelloso.
Pilarin, José Maria, Alfonso, Charo y Trini han emocionado al público, que casi ha llenado el Auditorio López Torres, con la reposada y sentida lectura de versos lorquianos y la narración del vida del poeta; también ha disfrutado con ese teatrillo que han protagonizado los niños; o con el precioso tema que ha interpretado Mari Ángeles Tebar y otros de la coral que ha puesto broche cantando una habanera, un bolero y una gallega en una nueva demostración de virtuosismo y buen hacer para cantar canciones de estilos muy diferentes.
Pero el momento más emotivo, sin duda, se ha producido cuando Rosa, la hermana de Esther, ha leído el poema que la inolvidable maestra escribió a García Lorca allá por junio de 1998. Unos maravillosos versos que merecieron formar parte del patrimonio y legado que reúne la Fundación del poeta. Rosa ha agradecido las numerosas muestras de cariño que la familia ha recibido tras el fallecimiento Esther que, allá donde esté, habrá disfrutado mucho este precioso homenaje.
