Mientras la vía ha permanecido cortada, se cambio el sentido de algunas calles adyacentes con el fin de facilitar la circulación por el centro de la ciudad. Las obras han consistido en el asfaltado de la calzada, la colocación de nuevos bordillos y un nuevo acerado mucho más amplio con una anchura mínima de 1,50 metros y máxima de 3. La reforma ha supuesto la eliminación de las plazas de aparcamiento en el lado de los impares y un único carril de circulación en todo el tramo. El coste total de la obra, que incluye también nueva señalización y mobiliario urbano, se eleva a 170.000 euros, de los que 46.000, corresponden al capítulo de movimiento de tierras.
La renovación de viales en esta zona no se quedará aquí. Tambien está previsto reformar el tramo pendiente de la calle López Torres ─entre Monte e Independencia─, José María Serna y la confluencia entre ambas vías.