Valentín Arteaga Sánchez Guijaldo ha recibido este sábado el título de Hijo Adoptivo de Tomelloso en un emotivo y entrañable acto en el que el religioso, poeta y escritor ha sentido el cariño y afecto de los que ya son sus paisanos. En realidad, siempre lo fueron unos vecinos entre los que dejó huella por la abnegada labor pastoral, educativa y literaria que llevo a cabo durante los años que permaneció en la ciudad.
El acto, celebrado en el Auditorio López Torres donde Arteaga ya recibió un homenaje hace más de treinta años, ha contado con la presencia del alcalde, Javier Navarro; concejales del equipo de gobierno y el grupo socialista, la teniente de alcalde de su Campo de Criptana natal, Rosa Ana Fernández; el ex alcalde, Javier Lozano; el recientemente nombrado Hijo Predilecto de Tomelloso, Dionisio Cañas; personas que le acompañaron en la Causa para la Beatificación de Ismael de Tomelloso, sacerdotes, familiares y numerosos amigos. Conducido por la concejala de Cultura, Inés Losa, el acto ha tenido el aderezo de una actuación musical soberbia a cargo de Mariely Blanco, piano; Raúl Grande, violonchelo y Claudia Simón con el clarinete.
Losa ha leído la parte del Reglamento de Honores del Ayuntamiento que alude al nombramiento de Hijo Adoptivo de Tomelloso y la secretaria del Ayuntamiento, Consuelo Rodríguez, ha dado lectura al acuerde plenario del pasado 24 de septiembre en el que la Corporación decidió por unanimidad aprobar el nombramiento.
Ha sonado el Ave María de Piazzolla para empezar a cargar de emotividad la platea que estaba prácticamente llena, todavía más cuando se ha proyectado un vídeo con testimonios de amigos y personas muy cercanas al homenajeado: vecinos de Campo de Criptana, Natividad Cepeda, Rocío Torres, Jaime Quevedo, Isabel Lozano, Pilar Serrano, Mari Cruz González, Antonia Cortés, Chelo Díaz, Javier Perales, el alcalde de Criptana, Santiago Lázaro; Carmen Guaita….y otros que han dejado hermosas y sentidas frases. “Me siento muy feliz de llamarte paisano porque Tomelloso te pertenece”, “con este nombramiento, Campo de Criptana y Tomelloso se hermanan”, “Decías que Tomelloso era mucho Tomelloso, pero hoy es mucho más con tu nombramiento de Hijo Adoptivo”.
Una larga ovación se ha escuchado cuando Javier Navarro le ha hecho entrega del título, momento previo a las palabras del homenajeado que no ha podido ocultar su emoción. “Muchas gracias por la muestra de generosidad que se os ha ocurrido con este humilde viajero de la tierra. Tuve el privilegio de llegar a este lugar de la Mancha hace más de cuarenta años. En el instante que puse en pie en Tomelloso ya me sentí hijo adoptivo suyo”, ha dicho Valentín Arteaga que ha disertado con unas bellas palabras sobre el significado de la palabra adopción. “Es una obra de misericordia que debía ponerse de actualidad en tiempos en los que la gente se enfada por naderías”. Ha recordado a grandes amigos como Blas Camacho Zancada, a los sacerdotes y hermanos Tomás y Leopoldo Lozano, sus etapas en las Parroquias de La Asunción y La Sagrada Familia; a López Torres; a su editor y amigo, Jaime Quevedo.
“Ahora tengo la suerte de pertenecer felizmente a dos pueblos excepcionales”, ha continuado diciendo antes de despedirse con unos versos de Eladio Cabañero, su amigo del alma. “Es todo bien sencillo. Nuestro pueblo con sus tejados, sus barbechos surtos en la orilla del campo, el sol colgante, la torre de la iglesia, nuestras casas, ya estaban desde siempre por lo visto…”
Una historia de amor con Tomelloso
Entre las palabras del Hijo Adoptivo y las del alcalde, que ha cerrado el acto, ha vuelto a sonar una música deliciosa. Javier Navarro ha acentuado el idilio del poeta con la ciudad. “Valentín mantiene una historia de amor con Tomelloso”, añadiendo que“un niño lleva siempre los ojos de su madre por la orilla infinita de su corazón y Tomelloso quiso ser tu madre para meterse en tu alma. La particular forma de ver la vida de sus habitantes, te sedujo al punto de ser un tomellosero más”. El alcalde ha destacado su labor educativa “descubriste la luz de Tomelloso y has sido el faro y el magisterio de muchos alumnos de la ciudad” y ha citado algunos de sus versos. “Nos sentimos muy orgullosos de ti, de tu trayectoria y entrega, de tu amor por la pintura y por el arte…hoy Tomelloso te recoge y abraza, pero sobre todo te da las gracias por ser un buen hijo suyo”.
Los acordes del hinmo de Tomelloso han supuesto el final del acto que ha tenido su continuación, ya de forma más distendida, con el vino que se ha ofrecido en el Casino de Tomelloso.