Los encuentros literarios organizados por la Asociación Amigos de Patio de Comedias y celebrados en la Sala de Cerchas de Torralba de Calatrava han vuelto a vivir este martes, dentro del ciclo ‘La España posible’, otro punto álgido, en esta ocasión analizando la importancia de la escuela dentro de los entornos rurales, en lo que ha sido un homenaje al maestro de pueblo.
Durante el desarrollo de este encuentro literario los asistentes han podido contemplar material didáctico del que fuera maestro en la escuela de Torralba, Valeriano García Villaraco.
Precisamente la presidenta de la Asociación Amigos del Patio de Comedias, María Antonia Murcia, que ha sido la encargada de presentar y coordinar el acto, ha explicado que todos los encuentros literarios que organizan desde la asociación tienen como punto en común la España Posible, que es la España rural, si bien este año se han centrado en la Escuela en el pueblo.
Murcia ha recordado que la primera edición de estos encuentros se centró en el despoblamiento, mientras que el año pasado tuvieron por temática el medio ambiente y el cambio climático. Durante este año ha explicado que desde la asociación han querido “hacerlo sobre las escuelas y la importancia que tienen en el mantenimiento de los pueblos, pues muchas veces cuando una escuela se cierra por falta de niños, el pueblo acaba desapareciendo”.
A su vez ha puesto en valor como desde la Asociación Amigos del Patio de Comedias, le dan mucha importancia a “generar estos espacios de encuentro y de diálogo para poder hablar de la problemática que hay en España y que afecta a los entornos rurales”.
A su juicio, las escuelas y los centros educativos juegan un papel fundamental dentro del mundo rural, por lo que ha incidido en la importancia de que permanezcan abiertas “aunque sea con pocos niños”, a la vez que ha valorado que los entornos rurales en sí mismos son recursos didácticos que permiten desarrollar muchas actividades con los niños y niñas.

Rafael Cabanillas, por su parte, ha comentado que dentro de su trilogía ‘Quercus’, ‘Enjanbre’ y ‘Valhondo’ el tema de la educación está muy presente, al indicar que desde su formación como maestro y profesor en sus novelas “siempre aparece la escuela, la lectura y los libros. Y más concretamente la educación transformadora de la vida de las personas y, particularmente, de los habitantes de las sierras de los protagonistas de mis libros”.
En este sentido, ha recordado como su novela ‘Valhondo’ está centrada en Robledo del Buey, una aldea que pertenece a Los Navalucillos en los Montes de Toledo y en donde “se habla de la escuela rural, con la historia de un maestro que con veinte años tiene como primer destino esa escuela de pueblo en unas condiciones bastante precarias. Y a través del modelo educativo de León Tolstói, se aplica a la escuela de la cooperación, donde se ayudan unos a otros cuando no se tienen medios y se explota el humanismo, la libertad y el aprender por aprender”.
De esta manera, Cabanillas, que ha puesto a Valhondo como ejemplo de lo que “fueron esas escuelas rurales”, también se ha referido a la relación existente entre escuela y despoblación, al señalar que “quitar la escuela en una de estos pueblecitos es matar la aldea definitivamente”, indicando que la escuela es “el alma de los entornos rurales”.
Por este motivo ha incidido en la importancia que las escuelas tienen dentro de los entornos rurales, ya que “si se cierra una escuela, se mata a un pueblo”.
Cabanillas también ha recordado cuáles fueron sus recuerdos de niñez, destacando que de pequeño tuvo la suerte de ir a la escuela con su padre, Don Rafael, que era su maestro en Torrijos (Toledo), algo que ha calificado de “entrañable”, a pesar de que “muchas veces me ponía de ejemplo, por lo que me exigía mucho”. Por este motivo la ha calificado como una infancia feliz, por lo que guarda un recuerdo “muy grato” de aquella época.
Por su parte, el alcalde de Anchuras, Santiago Martín, ha centrado su intervención en los recuerdos que tiene de la escuela rural, ahondando en cuál fue su participación como niño, dentro de la escuela y en cómo los centros educativos han ido evolucionando en las aldeas.
Martín también ha puesto en valor la importancia que las escuelas tienen dentro de los entornos rurales, señalando que “tenemos que hacer todo lo posible para que se preserven y perduren”.
Recordando su etapa de niño, ha contado algunas anécdotas, al señalar que sobre el año 1969, cuando comenzó a ir a la escuela, sus hermanos iban un día sí y otro no a una de las aldeas en bicicleta desde la finca de labranza donde vivían.
También ha recordado como cuando era estudiante “los niños estábamos separados de las niñas y teníamos varios sitios donde estudiar, pues había como cuatro escuelas, además de las que estaban en los anejos”.