Es una de las artistas más conocidas en España desde hace décadas pero quizás es menos popular su capacidad para enfrentarse a retos interpretativos que ponen a prueba su cuerpo, imaginación y sensibilidad. Mujer talentosa y todo terreno, Silvia Marsó se desenvuelve con frescura en los musicales pero, sobre todo, ha sellado grandes actuaciones en personajes profundos y de gran personalidad de autores comprometidos como Tennessee Williams, Edward Albee, Dario Fo, Yasmina Reza, Henrik Ibsen, o García Lorca. La actriz acaba de embarcarse en un nuevo y ambicioso proyecto como protagonista y productora que será estreno absoluto en Torralba de Calatrava el próximo 4 de agosto, con el que espera recorrer toda España. Se trata ‘24 horas en la vida de una mujer’, una adaptación en formato de teatro musical de la obra de Stefan Zweing que aborda uno de los tabús más desiguales de la sociedad como es la diferencia de edad entre una mujer madura y un hombre joven. Será en el Patio de Comedias de la localidad ciudarrealeña, donde tras el espectáculo recibirá el V Premio de su Festival Internacional de Teatro y Títeres.
PREGUNTA.- ¿Qué reflexión propone ‘24 horas en la vida de una mujer’?
RESPUESTA.- Habla de las relaciones del ser humano y cómo estamos sometidos al entorno social, a las costumbres propias culturales de donde hemos nacido, y a otros condicionantes del ser humano.
P.- ¿El texto habla de moralidad, no?
R.- La diferencia de edad en el amor entre una mujer madura, y un muchacho sigue siendo un tabú, todos tenemos en la mente el caso del presidente francés Emmanuel Macron. La obra se centra en la historia de una respetable y aristócrata madre que deja a su familia por un atractivo francés alojado en el hotel de la Riviera al poco de conocerse. Se critica la falta de libertad. A un hombre se le permite. También reflexiona sobre la vida, el destino, el paso del tiempo y el conseguir la dignidad por encima de todo.
P.- ¿Y cómo aborda el estreno absoluto del montaje en el Patio de Comedias de Torralba?
R.- Me gusta mucho porque me vanaglorio de recorrer todos los rincones de España, de representar en casi todas las provincias. Prácticamente, conozco el país como la palma de mi mano porque nunca he querido hacer las obras sólo en Madrid, he querido que el público de toda España pudiera disfrutar de los espectáculos y por eso noto el cariño que me dan y me siento muy orgullosa de ello. Estoy muy contenta y me hace mucha ilusión por el esfuerzo que hacen por mantener el festival, primero Teresa González (exalcaldesa) y ahora María Antonia Álvaro (actual primera edil), y que apuestan por la cultura.
P.- ¿Y qué supone para su carrera el premio que le han otorgado?
R.- Me estimula muchísimo porque es un gran galardón, y además lo voy a recibir en un espacio de siglos de historia, que es un legado cultural. Será un honor recibir el premio y será un honor realizar la representación, aunque no se pondrá colgar toda la escenografía por falta de espacio.
P.- ¿Ya tiene gira para el espectáculo?
R.- Sí, viajará por diferentes teatros antes y después de que recale en diciembre en el Teatro de la Abadía. Como siempre, lo quiero llevar por todo el país.
P.- También produce el proyecto, ¿cómo estima que va a funcionar?
R.- Espero que a la gente le guste tanto como a mí me sedujo cuando lo vi París, y además de llevar a cabo mi tradición de viajar por distintos teatros, como productora, espero recuperar el dinero que he invertido. Es un espectáculo para todos los públicos, con una parte dramática y otra más divertida, porque es muy completo.
P.- Por cierto, Torralba está muy cerca de Almagro, donde se celebra uno de los festivales de teatro clásico más importantes del mundo y donde usted también actuó con la CNTN en ‘La gran sultana’. ¿Qué opina de este tipo de circuitos?
R.- Junto con el de Mérida (allí representó ‘Hécuba’) son unos certámenes muy importantes, porque no se impone tanto lo comercial. Su organización requiere mucho esfuerzo, y es acertado que se haya establecido una relación de la cultura del teatro en espacios que son vestigios de este arte y que preservan, protegen y cuidan el teatro.
P.- Cuenta con una larga carrera de más de 30 años, y está llena de papeles comprometidos y reivindicativos, ¿por qué?
R.- Me gusta buscar el más difícil todavía, porque como el teatro es sagrado no me conformo con proyectos fáciles y reconocibles. Como intérprete apuesto por lo más difícil y este espectáculo es uno de los proyectos más arduos, pues también soy la productora, pero al mismo tiempo es maravilloso, conmovedor y está lleno de vida.
P.- ¿Qué opina del teatro que se hace en España?
R.- Ha habido mucha crisis por la subida del IVA y eso lo ha hecho mucho más inabordable, aunque la calidad del producto no ha disminuido gracias a las entrega de los artistas y al sacrificio de la profesión.
P.- ¿Debe ser el teatro un instrumento social?
R.- Tiene que motivar el pensamiento con sentido crítico. Como espectador hay que ir a verlo para pasarlo bien, como un divertimento, pero también tiene que emocionarte, sacar tus propias conclusiones y que te remueva.
P.- Se nota que prefiere el teatro a la televisión
R.- He trabajado en televisión cuando he tenido ofertas interesantes como en las series ‘Gran Hotel’, ‘Gran Reserva’ o ‘Velvet’, y priorizo las tablas porque los personajes de actrices de más de 40 años son más demandados. En televisión y en el cine suelen ofrecer papeles más jóvenes, de 30 años para abajo, y eso es un hándicap que tenemos las actrices maduras.
P.- Hablando de ese tema, en la última gala de los Premios Max se denunció el déficit de mujeres dramaturgas, intérpretes o guionistas ¿Cree que en las artes escénicas también hay desigualdad?
R.- Sí, sigue reinando el machismo, sobre todo en los puestos directivos, aunque cada vez estamos más concienciados. Yo pertenezco a CIMA, la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales, que lucha por tener más presencia de la mujer en los ámbitos técnico, actoral y directivo. Y de alguna manera se están logrando, porque la prensa ya se hace eco si hay discriminación en el equipo del jurado de un festival, o si hay pocas películas de mujeres en un palmarés. Todo esto se ha conseguido con el trabajo de Cima y de otras asociaciones internacionales que luchan por la igualdad y que se hacen eco de esas irregularidades. No es verdad que haya más varones directores, porque en las escuelas los alumnos están al 50%, lo que pasa es que las oportunidades posteriores son peores para las mujeres. A la hora de financiar un proyecto, los directivos apoyan a los hombres, los que seleccionan las programaciones de las cadenas son hombres… Por eso se creó la asociación.
P.- Usted ha encarnado a mujeres muy reivindicativas, ¿no?
R.- Todo tiene que ir cambiando, y yo me he sentido muy cómoda en los papeles de Nora en ‘Casa de muñecas’, una de la primeras feministas; en ‘Yerma’, con la obsesión de ser madre; como Amanda Wingfield, la dominante madre sureña que es abandonada por su marido, ahora aquí con Mrs. C, una mujer que se enfrenta a los convencionalismos.
P.-¿Qué otros proyectos tiene?
R.- He participado en la película ‘Sin novedad’ de Miguel Berzal de Miguel, pero no sé cuando se estrenará.
AUTOR: Stefan Zweig
DIRECCIÓN: Ignacio García
DRAMATURGIA: Christine Khandjian & Stéphane Ly-Coun
MÚSICA ORIGINAL: Sergei Dreznin
REPARTO: Silvia Marsó, Marc Parejo, Felipe Ansola, Víctor Massán
MÚSICOS Miguel Huertas, Gala Perez Iñesta, Irene Celestino
DIRECCIÓN MUSICAL: Josep Ferré
PRODUCCIÓN: Lamarsó-produce