Cecilio Álvarez Osorio, el vecino de Torrenueva que atropelló y mató a su padre Cecilio Álvarez Parra tras una bronca previa en un bar, defenderá en el juicio que no quería hacerlo, que lo sucedido aquel 12 de marzo fue un accidente.
Dos años después, y tras pasar un año y medio en prisión preventiva, Cecilio hijo está arrepentido. “Aquella noche no sabía muy bien lo que hacía, iba bebido y drogado, y se arrepintió al momento”, señala su abogado Dámaso Arcediano.
Divorcio traumático con malos tratos
El joven, de 32 años ahora, mantenía una malísima relación con su progenitor tras el divorcio de su madre, “con malos tratos de por medio”, asegura el abogado, que confía en que el jurado que juzgará el caso la semana que viene ante la Audiencia Provincial sepa ver que Álvarez Osorio no es un asesino, como sostiene la fiscalía.
“Nosotros mantenemos que Cecilio cometió un homicidio por imprudencia menos grave, y subsidiariamente por imprudencia grave, no un asesinato. Este caso se instruyó al principio como intento de homicidio [el padre murió un mes después del atropello]”, recalca Arcediano en vísperas del juicio que comenzará el próximo lunes en la sección segunda.
Asesinato y delitos contra la seguridad vial
No es lo que dice la fiscalía, que acusa al joven de asesinato y delitos contra la seguridad vial por los que solicita 20 años de cárcel. En concreto diecinueve por asesinato con la agravante de parentesco y la atenuante de embriaguez; y un año más por dos delitos contra la seguridad vial: conducir bajo los efectos del alcohol y drogas, y negarse al test de alcoholemia.
Las hermanas y la hija ejercen la acusación
Las hermanas de Cecilio Álvarez Parra, que murió un mes después del atropello, con 55 años, y la hija y hermana del acusado, ejercen la acusación particular en el caso, pero según la defensa tampoco acusan de asesinato, sino de homicidio.
Desde el divorcio de sus padres, unos años antes del atropello, padre e hijo mantenían una mala relación, con discusiones en público, pero nunca tan graves como la de la madrugada del 12 de marzo de 2017.
Se pelearon en el bar Yess
En los escritos de calificación provisional del caso, defensa y fiscalía reconocen que esa noche padre e hijo coincidieron en el bar Yess de Torrenueva y discutieron. Según la fiscalía el más agresivo fue el joven, que amenazó con una banqueta a su progenitor. Tras este primer incidente Cecilio padre se fue del bar y el hijo salió tras él.
“Mi padre se va a enterar”
“Mi padre se va a enterar”, escucharon algunos testigos. Tras esa amenaza se supone que el acusado cogió su vehículo y a gran velocidad atropelló a su padre en la calle Ranas. Después volvió al bar, contó lo que había hecho, y se marchó de allí a su casa sin auxiliar al progenitor, que quedó tendido en un charco de sangre a la altura del número 30 de la calle Ranas. Álvarez Osorio fue detenido por la Guardia Civil a las siete de la mañana.
La defensa mantiene que el atropello no pasó como dice la acusación pública, sino que fue el padre el que siguió al hijo después de la bronca y el que “de forma inesperada se presentó en su domicilio con ánimo de ir a por él”.
Positivo por alcohol y drogas
Lo que sí se considera probado es que esa noche el acusado iba bebido y drogado (dio una tasa de 0,74 mg/l en la primera prueba, a la segunda se negó). También positivo por cocaína.
Por el juicio, que presidirá la magistrada de la sección segunda Carmen Pilar Catalán, pasarán diecisiete testigos, además de forenses y peritos, pero según el letrado defensor “ninguno vio el atropello”. La previsión es que dure toda la semana.