Durante 16 años fue concejal y, tras un descanso de una legislatura, Félix Herrera llegó a la Alcaldía de Granátula de Calatrava en 2011. Desde entonces trabaja para que este pueblo de 800 habitantes pueda mantener todos sus servicios y poco a poco pueda ir mejorando, como con la próxima apertura del centro social. El próximo reto será la transformación de la casa natal del General Espartero en un centro cultural, así como seguir potenciando el Cerro Gordo y el yacimiento de Oreto-Zuqueca.
Pregunta- Llegó a la Alcaldía de Granátula de Calatrava en 2011, justo después de una época turbulenta con una moción de censura dos años antes que supuso el cambio del alcalde. ¿Estaba la situación más tranquila cuando tomó posesión?
Respuesta.- Yo esa legislatura no estaba en el Ayuntamiento. Antes había estado 16 años como concejal y esa legislatura me retiré un poco, iba en las listas, pero atrás. Luego me convencieron y me presenté como candidato a alcalde, y aquí estoy. Ya llevamos casi seis años.
P.- Llegó en plena crisis económica, ¿cómo fue su primera legislatura?
R.- Fue muy complicada porque no había dinero. Aquí nos encontramos una deuda de 400.000 euros. Entre pagar facturas y que no había mucho dinero tuvimos que recortar, quitar de aquí y de allí, para intentar mantener todos los servicios básicos. Ahora estamos a cero. Era mantenimiento puro y duro lo que se hacía.
P.- ¿Está mejorando la situación esta legislatura?
R.- Es algo mejor, pero el dinero tampoco es boyante. Las subvenciones que nos vienen de la Diputación, la Junta de Comunidades y el Gobierno central son simplemente lo que nos corresponde. No es como en los tiempos cuando era concejal. Entonces llegabas, por ejemplo, a la Diputación y pedías un duro para alguna cosa y te daban 2,50. Eso ahora casi no existe. El dinero que nos va llegando lo vamos aplicando lo mejor posible y vamos haciendo cosillas.
P.- Dentro de sus posibilidades, ¿en qué está invirtiendo el Ayuntamiento?
R.- Invertir estamos invirtiendo poco. Ahora estamos tratando de terminar el centro social. Se hizo en la legislatura en la que no estuve en el Ayuntamiento con el Plan E. Levantaron el esqueleto y de la parte de abajo se terminaron algunas cosillas, pero quedaba lo esencial. No había luz, ni a día de hoy. Ahora hemos rellenado los boletines y ya no queda nada más que la compañía suministradora nos dé el enganche. Lo demás ya está todo para abrir inmediatamente la parte de abajo del Centro Social.
La parte de arriba estamos intentando terminarla ahora también. Nos queda un empujoncillo o dos, porque sé que no lo vamos a poder terminar de una vez. Hemos puesto un ascensor y estamos esperando el final de la instalación, con la luz, para que tenga el visto bueno definitivo y su legalización. En eso andamos.
P.- Hace poco realizaron una pequeña remodelación en la plaza. ¿En qué consistió?
R.- Con los planes de obras de Diputación hicimos una pequeña remodelación. Poca obra, hasta donde hemos podido llegar. Había unos pinos que estaban mal, secos y con muchos problemas, con las bolsas de orugas de las que la gente se quejaba por la alergia. Hemos puesto árboles nuevos, hemos quitado una fuente que no funcionaba y hemos puesto la insignia nacional, ya que es la Plaza de España.
El Centro de la Juventud también se pintó, se arreglaron un poco las paredes y se hicieron algunas cosillas.
P.- El turismo se ha convertido en un importante recurso de Granátula. Al yacimiento de Oreto-Zuqueca se sumó el año pasado el Parque del Cerro Gordo. ¿Qué tal está funcionado este nuevo recurso?
R.- Muy bien. Nosotros tenemos un monitor turístico y abrimos los fines de semana y festivos. Abrimos el yacimiento de Oreto y el Cerro Gordo. Hay muchas visitas, muchas nacionales y muchísimas de fuera. Les interesa. Ahora en esta época, en los últimos meses de curso se potencia la visita de grupos escolares.
Para nosotros estos recursos son importantísimos. La lástima es que tampoco podemos ofrecer aquí ningún local de hostelería adecuado para una visita grande. Hay tres bares en Granátula pero no son para visitas grandes. Esa es la lástima nuestra.
P.- Recientemente el Ayuntamiento ha recibido en donación la casa en la que nació el General Espartero. ¿Qué quieren hacer en ella?
R.- Ha sido un proceso muy largo hasta que hemos podido recibir la donación. Me gustaría meterle mano como sea y que pudiera abrirse el año que viene como centro cultural, aunque no sea la totalidad de la casa. Sería un conjunto: museo, centro cultural…
P.- El año pasado Granátula sufrió una importante ola de robos en el campo. ¿Cómo está ahora esta problemática?
R.- Ahora la situación está tranquila. Igual estás tres meses en los que afortunadamente no pasa nada y luego tienes quince días en los que te avasallan por todos sitios. Ahora todo está tranquilo. Lo que más me preocupaba y me preocupa fueron unos robos que durante una noche tuvieron lugar en casas del pueblo, con gente dentro. Fue una noche puntual y la investigación está abierta.
Esta situación me preocupa. El que te roben en el campo es preocupante, pero no hay nadie. Ya en una casa, con gente dentro, es otra cosa.
P.- Uno de los principales problemas de los pueblos es la despoblación. ¿Cómo va Granátula en este sentido? ¿Se van los jóvenes?
R.- Ni se van ni se vienen, es que no tenemos jóvenes. Estamos aguantando en los 800 habitantes, pero la edad media es muy alta.
P.- Por último, a modo de reflexión. ¿Qué desea para el futuro de Granátula?
R.- Lo voy a resumir: deseo lo mejor. Es fácil. Quiero que se mantengan todos los servicios. El colegio nos preocupa, porque hay menos niños. Este año hay un profesor menos. Eso nos preocupa porque los chicos son el futuro, los que dan alegría al pueblo.
