La Audiencia Provincial ha sentado este jueves en el banquillo a un joven detenido al final de una fiesta electrónica en Valdepeñas en 2015, con 0,25 gramos de la droga de diseño MDMA (éxtasis).
El acusado, que mantiene que “en mi vida he vendido droga” y siente “vergüenza” por verse envuelto en esto, asegura que la sustancia que le pilló la policía era para consumo y que cuando lo abordaron los agentes, sobre las siete de la mañana del 19 de abril de 2015, intentó tirarla porque se puso nervioso, “pensé que me multarían”.
Dos años de prisión
Pero la fiscalía pide mucho más que una multa, lo acusa de un delito contra la salud pública por tráfico de drogas (más bien menudeo) y pide para él 2 años de prisión.
En la pista de baile
Dos agentes de la Policía Nacional que intervinieron en un servicio de vigilancia de esa fiesta tecno en el pub Bunker de Valdepeñas, han declarado que vieron al acusado, “que no parecía estar disfrutando de la fiesta, sino más bien en actitud vigilante”, contactar con personas en la pista de baile que se iban con él al baño y salían al poco tiempo.
Uno de los guardias se metió en el aseo y ha declarado que vio al joven entregar algo de forma discreta a otro y recibir algo a cambio (supuestamente un billete arrugado).
Se metió en el baño a consumir
El acusado ha explicado que es posible que se metiera al baño a consumir “con amigos”, porque para esa fiesta había comprado drogas con un grupo, una explicación que la fiscalía considera insostenible, “no se ha dicho durante la instrucción ni ha traído a ningún amigo a corroborar la versión”, ha argumentado el fiscal jefe Luis Huete.
La defensa del acusado, el abogado Miguel López, ha pedido una sentencia absolutoria, en base a la poca droga intervenida y la falta de carga probatoria, “no han traído a ningún presunto comprador de mi cliente”.