A la temporada cinegética 2024-2025 le quedan dos meses y vamos por dos muertos y un herido grave -salvado de milagro- en accidentes de caza en Castilla-La Mancha en apenas quince días; los dos fallecidos en la provincia de Ciudad Real (San Lorenzo de Calatrava y Almadén), y el herido grave en Albacete (Cotillas). Los tres accidentes tienen un denominador común: ocurrieron en monterías, la modalidad de caza que más se practica en la región en la que reinan Ciudad Real y Toledo, provincias con larga tradición montera.
“Demasiado poco pasa para la cantidad de monterías que se celebran”, aseguran varios cazadores consultados por Lanza. “Y no les falta razón”, apostilla el veterano Manuel Aranda, delegado de la Federación de Caza castellano-manchega en Ciudad Real. Solo en esta provincia se celebran entre 30 y 40 monterías cada fin de semana de la temporada (del 8 octubre al 21 de febrero en esta ocasión).
Un arma por puesto y seguros echados
“La caza mayor va a más y la menor a menos, por muchas cuestiones, entre ellas el declive de especies como el conejo y la perdiz”, apunta Juan de Dios García, vicepresidente de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha, que reconoce que por mucho que se insista hay mucha relajación con las medidas de seguridad, entre ellas la de no doblar en los puestos. “La norma dice que si hay dos personas en un mismo puesto solo puede haber un arma en acción de caza”, explica García, pero con demasiada frecuencia no se respeta.
“En las monterías que organiza la Federación de Caza solo permitimos un arma por puesto”, explica Aranda, al que el accidente del sábado pasado en San Lorenzo de Calatrava, en el que murió un joven de 36 años, A.M.O., natural de Mestanza, le pilló cerca, en otra montería en Solana del Pino, también en Sierra Morena.
Se le disparó el rifle al descolgarlo para apuntar
Por el accidente de San Lorenzo de Calatrava en la finca Sierra Alta se investiga por homicidio imprudente a un cazador toledano, de Mora, de unos setenta años, al que según ha trascendido se le disparó accidentalmente el rifle, al descolgarlo para apuntar a una pieza, con tan mala fortuna que la bala impactó en la cabeza de la persona que lo asistía como secretario.
Los accidentes de Almadén y Cotillas
Del accidente del 8 de diciembre en la finca Corral de Sancho, en Almadén, en el murió un granadino de 35 años, “se investiga algún movimiento del sitio donde estaban colocadas las posturas”, dice Aranda. Y del accidente de Cotillas (Albacete), Juan de Dios García cuenta que “fue mala suerte”, “el hombre que recibió el disparo [de 73 años] intentaba hacerse visible al puesto contiguo, cuando recibió un tiro en el vientre pero le han operado y está fuera de peligro. Esta vivo casi de milagro”, afirma García, que también es delegado de la Federación de Caza en Albacete.
Otro fin de semana con decenas de monterías
Sea como fuere tanto Aranda como García reconocen que es “muy lamentable” lo que está ocurriendo, no recuerdan una racha como esta, y piden a todos los cazadores extremar la prudencia de cara a las decenas de monterías que se organizan, de nuevo, en este último fin de semana del año.
García pide “máxima prudencia, manipular el arma con el seguro puesto y llevar prendas reflectantes”. Aranda por su parte insiste en que la seguridad está por encima de todo, “prefiero fallar una res que disparar sin visibilidad», e insiste en recordar «que el seguro solo se quita cuando se está en posición de disparo”.
Que se cumplan las autorizaciones
Otras medidas de seguridad están en manos de quienes organizan las monterías, “debemos recordar desde la Federación de Caza que se tienen que cumplir la autorización en cada coto de tantos puestos y rehalas por mancha”.
La Federación de Caza de Castilla-La Mancha organiza también sus propias monterías. Esta temporada diez en poblaciones como Saceruela, Abenójar, Solana del Pino o Piedrabuena.
Además de cumplir estas normas, Aranda, un veterano cazador de la provincia, tiene su propio truco: “En cuanto me bajo del coche me colocó mi anorak naranja”.
Castilla-La Mancha, una de las comunidades más cinegéticas de España, cuenta con 14.000 cazadores federados y se estima que existen unas 90.000 licencias.