Miembros del Colectivo Pacifista de Ciudad Real, junto a los de Ciudad Refugio, Bienvenidos refugiados y la Asociación Marroquí de Derechos de los Inmigrantes de Puertollano, han escenificado esta mañana en el centro de la capital el Abrazo de los Pueblos, un gesto simbólico para intentar cambiar las actuales políticas migratorias de Europa.
Se trata, según ha explicado Rosa Isabel Fernández, de una iniciativa desarrollada a novel nacional para llamar la atención sobre las acciones gubernamentales de los distintos países europeos ante los movimientos migratorios.
“Queremos denunciar las políticas xenófobas y racistas y reivindicar los derechos humanos de los migrantes que quieren venir a nuestro país a buscar una vida mejor y encuentran fronteras, racismo, concertinas y bulos”, ha señalado la activista.
La concentración se ha desarrollado en la Plaza de Cervantes, donde los participantes han leído de manera colectiva un comunicado en el que han denunciado “la manipulación y falsedad del discurso que culpa a la migración de la crisis social y económica en Europa y oculta la responsabilidad de las elites europeas en dicha crisis”, frente al efecto “positivo” de estas personas, que “enriquece nuestras sociedades, nuestras formas de vida y nuestras actitudes frente a las otras, refuerza el desarrollo de la convivencia entre diferentes, e impulsa procesos de solidaridad y de búsqueda de la igualdad”.
De la mosma manera y ante la cercanía delas elecciones euroea, el próximo 26 de mayo, han denunciado «la violación de los Derechos Humanos de las personas refugiadas y migrantes en Europa», donde «sufren violencia, discriminación y explotación, especialmente agravadas en las mujeres migrantes».
Por ello, han exigido, según han trasladado, el cumplimiento estricto de la declaración universal de los Derechos humanos, que «todas las personas migrantes puedan moverse libremente y que disfruten de los mismos derechos que el resto de quienes habitamos en Europa».
También han pedido «el cese de la externalización de las fronteras, de la fabricación y venta de armas europeas, del saqueo de recursos y del acaparamiento de tierras, así como un cambio sustancial en las políticas económicas y comerciales actuales», a la vez que han apostado por «políticas migratorias acordes con los derechos humanos, y el cese de las expulsiones».
Se han comprometido a «echazar las políticas de odio y discriminación como norma de convivencia, a recordar que todas las personas siempre hemos sido migrantes, a manifestar una solidaridad activa con las personas que ahora padecen esa situación y a considerarlas una parte integral de nuestras sociedades».
Posteriormente, los presentes han enlazado las manos para formar un círculo concéntrico al son de la música DJindji Rindji Bubamara de Emir Kusturica&The no Smoking Orchestra, y han acabado juntos en el centro con las manos en el centro como símbolo de la solidaridad con otros pueblos.
