La solidaridad no tiene límites en tiempos de zozobra y así ha quedado de manifiesto en la puerta de Urgencias del Hospital General de Ciudad Real este sábado, de la mano de una treintena de transportistas que con sus camiones han llegado a este servicio para hacerles entrega del material sanitario y de limpieza que ellos mismos han organizado. Si, la solidaridad no tiene límites. Al contrario.
En tiempos de tinieblas sobresalen las iniciativas más hermosas del ser humano, esos gestos que solo son comparables con el brillo que desprenden las estrellas cuando está la luna llena porque brotan del corazón de la buena de gente, de aquéllos que conocen lo importante que es sentir el calor de otros para seguir luchando y combatir lo que nos impide avanzar, como el dolor y el sufrimiento que ocasiona la enfermedad y la pérdida de esos seres queridos que se van ahora, en tiempo de pandemia, y en soledad.
Agradecer el trabajo extraordinario
La iniciativa de estos transportistas partió de un grupo de trabajadores de la empresa Luynatrans, conocida como los «Nachetes», quienes no querían dejar pasar más el tiempo para aportar su granito de arena y agradecer el trabajo extraordinario que lleva a cabo el personal sanitario en la lucha sin cuartel que libra contra el coronavirus covid-19.
Según, Ignacio Julián García, propietario de la empresa «Los «Nachetes», los trabajadores se movilizaron en busca de material sanitario como mascarillas, guantes y equipos de protección y limpieza, un gesto que movilizó a compañeros de otras empresas de ramo, como Veimancha, hasta completar una caravana de más de 30 vehículos entre camiones, grúas y furgonetas repletas de solidariadad. El grupo ha partido de las inmediaciones del cementerio de la capital y tras una parada en el Centro Guadiana II, donde también dejaron material sanitario y de limpieza, llegó a Urgencias poco antes de las 20:00 horas de este sábado, haciendo coincidir su llegada con la hora de los aplausos.
Recibidos entre aplausos
Y el encuentro no pudo ser más emotivo. Desde el momento en que las cabinas de los camiones empezaron a llegar al aparcamiento del centro hospitalario, haciendo sonar sus bocinas, ya eran saludados con los brazos en alto por el centenar de sanitarios que les esperaban en la rampa de acceso a Urgencias. En el encuentro, ya en las inmediaciones del servicio, fueron recibidos entre aplausos y ¡Vivas!, que acabaron siendo mutuos, e innumerables muestras de agradecimiento al personal sanitario por el extraordinario trabajo que están realizando.
Dos furgonetas de las empresas a las que pertenecen los trabajadores acercaron el material solidario al centro hospitalario, una vez superado el acto del tradicional aplauso de las 20:00 horas en homenaje a los sanitarios, donde se vivieron instantes verdaderamente emotivos.
De salida, los transportistas partieron como llegaron, al son de las bocinas pero pasando, uno por uno, por delante del Servicio de Urgencias, ese lugar que esta tarde se ha convertido en el epicentro de la solidaridad y la resistencia de la sociedad civil frente a la pandemia.