La pandemia del coronavirus se ha cebado con la Guardia Civil en la provincia de Ciudad Real. El cuerpo policial más numeroso ha perdido a dos guardias de 38 y 64 desde que se decretó el estado de alarma, el último un miembro de la plana mayor de la Comandancia de Ciudad Real, tocada por la pandemia.
Francisco Castro, el cabo mayor, falleció el domingo tras un mes en la UCI. Su positivo coincidió en el tiempo con el del teniente coronel jefe de la Comandancia Juan Antonio Valle, que llegó a estar hospitalizado, pero ya ha iniciado la fase de recuperación en casa y pronto se incorporará al servicio. El segundo jefe, el comandante Coca, también ha pasado una larga cuarentena por la enfermedad y tampoco se ha incorporado.
Un guardia sigue hospitalizado en Alcázar
A estas bajas sonadas hay que sumar la de un guardia civil destinado en la prisión de Herrera de La Mancha, destino del guardia de 38 años fallecido en marzo, que sigue hospitalizado en Alcázar de San Juan con el virus. “Y hay al menos 70 agentes más positivos”, aseguran fuentes de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), en una estimación “por lo bajo”.
A entre 140 y 150 guardias
Desde que empezó lo más duro de la epidemia el virus ha tocado a unos 140 o 150 agentes («se impone el secretismo», explica la asociación) de un cuerpo policial que se sigue quejando de la falta de medios de autoprotección y de que no se han hecho test masivos. “Ni siquiera en Herrera se hicieron. De los 78 guardias en la plantilla del centro penitenciario, se sometió a test a unos treinta”.
Casi 1.500 afectados en España en un mes
En el mes del estado de alarma la AUGC ha contabilizado 1.483 contagiados por Covid-19 en toda España, una cifra que casi duplica a la de la Policía Nacional, 751, “una diferencia muy significativa”, si se tiene en cuenta que hay unos 78.000 agentes de la Guardia Civil, por 67.000 policías nacionales y 69.000 locales.
Falta de medios y problemas de organización
La Asociación Unificada de la Guardia Civil considera que “esta notable brecha en las cifras responde a la carencia de medios de protección y de medidas organizativas adecuadas en la Benemérita, como la aplicación de turnos de trabajo de equipos estancos, cuestiones que desde esta asociación profesional venimos denunciando desde el comienzo de esta crisis”.
Argumentan que las cifras son todavía más preocupantes si se tiene en cuenta que, a diferencia de otros cuerpos policiales, los integrantes de la Guardia Civil se encuentran más descentralizados, ubicados en el entorno rural del resto del territorio nacional, y no tan concentrados en unidades como las comisarias de las ciudades más importantes.
En Ciudad Real explican que la dotación de medios sigue siendo insuficiente y que si pueden salir a la calle a diario con mascarillas y unos mínimos (kits de higiene,etc), “es por las donaciones de la gente”.