Jakub Pielgzym, un joven peregrino polaco de 23 años ha recalado este domingo en Ciudad Real después de recorrer 5.300 kilómetros a pie desde su país natal para “rezar por la paz en el mundo”.
Pod Opieką Boga, en polaco ‘bajo la protección de Dios’, como se hace llamar en la cuenta de facebook (https://www.facebook.com/profile.php?id=100083853546797) donde plasma los diversos encuentros de su recorrido, inició hace seis meses (17 de julio) el camino desde su casa en Suwalki, la ciudad donde vive al noreste de Polonia, con el objetivo de recorrer distintos santuarios marianos de Europa en los que se apareció la Virgen María. El objetivo es llegar a Fátima (Portugal), para él “el lugar mas importante de la presencia de la Madre de Dios” y máximo símbolo del culto mariano, espiritualidad, comunión y devoción religiosa.
El joven Jakub acude a la Eucaristía en cada destino y da testimonio de fe ante grupos de religiosos, fieles, jóvenes y familias. Sobrevive gracias a las redes de ayuda que se tejen en torno a las parroquias y centros de peregrinación a los que acude, tras contactar con los párrocos y sus colaboradores. Pernocta en albergues, hostales o con familias que le ofrecen su caridad sin exigir nada, tan sólo mostrando su alegría cristiana.
Cargado con una gran mochila, en la que lleva sus utensilios de peluquero (trabaja como tal) un cayado y una guitarra, el joven, profundamente católico, inauguró la peregrinación con la visita a la patrona de Polonia, la Virgen de Częstochowa, conocida como la ‘Madonna negra’, y siguió por Eslovaquia, Hungría, Croacia, Bosnia y Herzegovina e Italia -donde acudió al Santuario Nacional de María Madre y Reina de Trieste, Venecia, Padua (San Antonio de Padua), Bérgamo, Milán y Turín (San Juan Bosco).
En Francia honró a la Virgen de la Salette, en La Salette-Fallavaux, desde donde llegó a España por Cataluña para visitar el Monasterio de Monserrat en Barcelona, entre otros puntos. Siguió por la costa hacia Valencia y su catedral, donde rezó delante de la Virgen de los Desamparados, para posteriormente integrarse en Castilla-La Mancha, pasando por Albacete, hasta su llegada a la provincia de Ciudad Real.
El miércoles por la noche llegó a Tomelloso, donde pidió la bendición al párroco de Iglesia de La Asunción de Nuestra Señora, mientras el jueves compartió actividades con grupos parroquiales y durmió en casa de una familia. El viernes pasó por Manzanares y el sábado por Daimiel, hasta que sobre 19 horas de este domingo hizo su aparición en la Parroquia de Santiago, donde ha sido acogido por los párrocos Antonio Ruiz y Rafael Melgar.
En la ciudad ha cerrado sus primeros 5.300 kilómetros, que duplicará en seis meses, hasta los 11.000 que ha calculado, una vez complete el itinerario peregrino. Desde Fátima, Jakub pondrá rumbo al norte de España, primero para visitar Santiago de Compostela, y después la Virgen de Garabandal (San Sebastián de Garabandal, Cantabria), para volver a Francia y dirigirse a la Capilla de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa (París) y el Santuario de Teresa de Lisieux (Lisieux), así como en Alemania tiene previsto acudir al monumento a la beata Ana Catalina Emmerick (Dülmen).
Pasará el lunes en Ciudad Real, antes de partir el martes hacia Corral de Calatrava, donde hará profesión de fe en la reunión (a las 20,30 horas) que la Pastoral Universitaria celebra cada semana en la Residencia Universitaria Inmaculada (calle Caballeros).
Dice que el camino no es duro, nutrido por el fervor que profesa, los rezos diarios con el rosario (pertenece a los ‘Soldados de Maria) que guarda entre sus bolsillos y su fe, a la que, en días buenos, homenajea cantando mientras camina sus propios temas musicales, inspirados en el rock pero con Dios como metáfora en las letras.
Lo mejor del recorrido, asegura, es el contacto con las personas que lo saludan y acogen, con las que comparte momentos especiales que recoge en fotografías. Estas imágenes, junto con los vídeos que se graba durante cada jornada, conforma el testimonio visual del viaje, en el que también recoge firmas en un libro, que dejará en el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Fátima.