J.M.C.J., un hombre de 45 años reincidente por delitos sexuales (en 2003 fue condenado a quince años de cárcel por varias agresiones), se expone a una nueva condena en esta ocasión por abusar, presuntamente, de la hija de 12 años de su exapareja, con una discapacidad psíquica y física.
El acusado asegura que la denuncia, del año 2017, es una venganza de su ex, con la que empezó a llevarse mal. Ella lo denunció entonces por malos tratos y se destaparon los presuntos abusos a su hija pequeña, que ha negado en el juicio, celebrado este martes a puerta cerrada ante la sección segunda de la Audiencia Provincial.
El testimonio de la niña ha sido muy claro
La acusación particular, que ejerce la madre de la niña a través de la abogada Concha Marín del programa Revelas-M (para menores víctimas de abusos), asegura que hay pruebas claras contra él, la principal el testimonio de la niña que ha relatado con bastante soltura cómo su padrastro se masturbaba mientras le tocaba los genitales a ella, algo que pasó según ha declarado en dos ocasiones.
Lo denunció por maltrato y se enteró de los antecedentes
¿Cómo se dio cuenta la madre de que esto estaba pasando? Al parecer fue circunstancial. A los tres años de relación J.M.C.J. le pegó y fue al juzgado a denunciarlo por malos tratos. Allí se enteró que tenía antecedentes, pero no por delitos de drogas, como le había dicho, sino por agresiones sexuales, lo que levantó sus sospechas de las veces que se quedaba a solas con su hija más indefensa (tiene otra mayor de edad). La niña al final contó lo que le hacía y pusieron la denuncia que se ha visto hoy ante la Audiencia Provincial.
Por estos hechos la fiscalía pide cinco años y tres meses de cárcel, que la acusación particular eleva a cinco y medio. Esta última parte reclama además diez años de alejamiento y otros diez de libertad vigilada.
J.M.C.J., que había salido en libertad provisional cuando inició la relación con la madre de la niña, volvió a prisión tras las nuevas denuncias.