Carmen Lozano, la ex peluquera ciudarrealeña enferma de Sensibilidad Química Múltiple (SQM) y vicepresidenta en Asociación castellano-manchega de Síndrome de Fatiga Crónica y SQM, logró el pasado martes contactar de manera fortuita con la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, y arrancarle un compromiso para frenar los peligros de los químicos en el ámbito doméstico.
Fue en la celebración de la Cumbre del Clima en España (COP25) cuando antes de participar en un acto de la mano de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe) y la Coalición Nacional de Fibromialgia, Síndrome de Fatiga Crónica, Sensibilidad Química Múltiple y Electrohipersensibilidad (CONFESQ), Lozano se encontró con la comitiva de Calvo y entabló una corta conversación para pedirle más visibilidad para esta enfermedad.
Según ha explicado Lozano a este digital, pidió a Calvo un cambio legislativo para promover una regulación de las enfermedades ambientales, a tenor de “los efectos negativos” de la contaminación urbana y las sustancias no orgánicas “que están presentes en nuestras vidas”.
“Le transmití, ha señalado Lozano, mi preocupación por la contaminación de los productos químicos de consumo doméstico y las consecuencias en la salud de las personas, como es mi propio caso, tras 28 años de peluquera”.
Entonces fue cuando la vicepresidenta le preguntó por la cifra de enfermos de este tipo en España, que Lozano estima en 500.000, y cuando “se acercó y me dijo que su madre también fue peluquera y que la recordaba con heridas en las manos”. “También me dijo que si mi propuesta era que hubiera un cambio de legislación esperara a que se conformara el Gobierno para que se lo volviera a transmitir”.
La ex peluquera ha celebrado el encuentro en el que Calvo “fue muy cercana”, y ha insistido en que más allá de apoyar las medidas para minimizar la contaminación y los gases de efecto invernadero en el exterior, “hay otra contaminación interior equiparable a la de los automóviles que nos está afectando”.
“Los compuestos químicos, ha reiterado, están presentes en múltiples productos de los hogares o las oficinas, como los de la limpieza, los perfumes, los ambientadores, los muebles, y determinan la calidad del aire que respiramos dentro, a veces perjudiciales incluso para niños y jóvenes, tal y como lo estamos comprobando en la asociación”.
Por ello, el objetivo de Lozano es que hubiera una normativa que prevenga y actúe contra las “sustancias peligrosas para la salud”, como es el caso de la peluquera Esther Martí, premiada por la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo por su proyecto sostenible en el que utiliza materia prima vegetal.