Belén Rodríguez
Ciudad Real
Quienes posean como mascota un perro de una serie de razas consideradas potencialmente peligrosas están sujetos a una ordenanza (que varia según el municipio, aunque es muy similar) y una ley nacional en la que viene definidas que razas son peligrosas, como el pitbull o el rottweiller, u otros que por sus características físicas pueden llegar a serlo.
Los dueños de este tipo de animales deben tener una autorización especial, validada por el Gobierno regional o el Ayuntamiento, disponer de un seguro, y carecer de antecedentes penales. Además deben cumplir otro requisito: siempre que salgan a la calle estos animales deben llevar bozal e ir sujetos con una correa de no más de dos metros. En Ciudad Real esta exigencia de la correa corta es general para todos los perros. “Aquí prohibimos las cadenas extensibles largas, en muchas ocasiones han ocasionados problemas con el tráfico”, explica el superintendente jefe de la Policía Local de Ciudad Real Fernando Díaz Rolando.
Al cabo del año Ayuntamientos como el Ciudad Real multan a muchos dueños de perros por no llevar bozal. Otras de las infracciones más comunes a las que en los últimos años se está aplicando la tolerancia cero es la de no recoger los excrementos de la mascota.