Es el cuarto año que hay una plaga de langosta en el Valle de Alcudia y los habitantes de la zona ya se encuentran muy molestos de tener que sufrir esta situación otro año más.
Urbano Herrero, ganadero en la zona, explicaba que con anterioridad a esta plaga ya se habían producido otras pero se trataban con productos específicos y evitaban así el problema, sin embargo, en la actualidad este tipo de producto no está autorizado, según afirma. Así pues, los últimos años han ido apareciendo estas plagas de langostas que, al no tratarlas adecuadamente, van incrementando su número año tras año, “ponen los huevos y cada vez se hace más grande la plaga, crece de un año para otro de forma exponencial”, crítica este ganadero.
Con este problema los daños cada vez son más considerables porque las langostas se van comiendo los pastos y los habitantes tienen que convivir con una plaga junto a ellos, además explicaba que en determinados momentos del día la plaga va cruzando las carreteras del Valle de Alcudia y “es tal la nube que los coches pueden sufrir algún accidente. Estos animales se van moviendo y van avanzando por lo que cruzan la carretera y vas con el coche y cuando ya pasan te tienes que parar para limpiar el cristal y poder ver algo”, resume Herrero.
En este mismo sentido asegura que si el año pasado esta plaga ya afectó a casi 40.000 hectáreas, este año el daño será mucho mayor si no se pone remedio a esta situación. Por este motivo solicitan a la administración una reunión para intentar, entre todos, poner solución a un problema que año tras año se va agrandando en dimensiones, en daños y en molestias y piden que se convoque tanto a los habitantes de esta zona, como a los ganaderos, pastores y arrendatarios de las fincas para intentar encontrar medidas para solucionar una situación que cada vez va a más, “medidas lógicas”.
No obstante, aseguraba que el hecho de ser Parque Natural lleva aparejado el hecho de que no se puede fumigar con avionetas, “que sería lo más adecuado”, apunta, y con quads es muy difícil llegar a toda la superficie. Además, Herrero destaca que “no queremos que nos paguen los productos”, solo que permitan establecer medidas que pongan una solución a un problema que se dará todavía más el próximo año. De la misma opinión es Javier Gallego, otro ganadero de la zona, que también está sufriendo las consecuencias de esta plaga todos los años.
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