La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, tras analizar los datos de la Encuesta sobre estructura de las Explotaciones Agrarias de la UE, hechos públicos este lunes, considera que sus cifras explican muchos de los actuales desequilibrios en los criterios de reparto de las ayudas PAC y ponen el acento en las cuestiones que hay que corregir.
Unión de Uniones, quien ya ha defendido en innumerables ocasiones la necesidad de entender cómo está configurada la agricultura para poder así tomar decisiones, pone en evidencia la fuerte concentración de la superficie agraria de la UE en manos de unas pocas grandes empresas; el reducido tamaño medio de las explotaciones agrícolas y ganaderas y la avanzada edad de los titulares de explotación. Este diagnóstico debe llevar a una reflexión sobre las orientaciones de la futura PAC.
De la Encuesta ahora publicada, con datos bastante recientes de 2016, se desprende que, del total de unos 10,3 millones de explotaciones agrarias europeas, la gran mayoría, unos dos tercios, tienen menos de 5 hectáreas. En el extremo contrario estarían las explotaciones de mayor dimensión, por encima de las 100 hectáreas, que representan apenas el 3 % y que, sin embargo, acumulan más de la mitad de toda la superficie agraria de la UE.
Tal y como señala Unión de Uniones, en el caso concreto de España, un 5,5 % de las explotaciones, que superan las 100 has., acumula el 55,5 % de la superficie; mientras que las que están por debajo de las 5 hectáreas, que son 51,6 %, sólo tienen el 4,3 %.
Los datos anteriores conducen a una dimensión, cuyos valores centrales rondan las 5,5 hectáreas por explotación.
Esta realidad pone en evidencia, según la organización, un error que arrastra la PAC reforma tras reforma, al vincular las ayudas directamente a la superficie sin incluir mecanismos de ajuste en favor de las pequeñas y medianas explotaciones, permitiendo así que un número muy pequeño de beneficiarios, en el entorno del 5 % concentre más de la mitad de los pagos directos de la PAC.
En este sentido, Unión de Uniones considera fundamental que en la siguiente PAC para después de 2020, se introduzcan obligatoriamente elementos como los topes por explotación y las ayudas moduladas y redistributivas, para acabar con un reparto de los pagos que privilegia a una minoría de detrimento de la agricultura familiar, que representa la mayor parte de las explotaciones.
“Creemos que esta situación se debería corregir” – afirman desde Unión de Uniones – “No defender a la agricultura familiar es querer dejar morir nuestros pueblos, porque son los pequeños agricultores los que mantienen el tejido productivo del medio rural”, han añadido.
Igualmente, Unión de Uniones insiste en rechazar el recorte propuesto de los fondos para la PAC, particularmente en materia de desarrollo rural, en donde las reducciones podrían llegar al 16 %. “Es imposible que, con menos recursos, se potencien las medidas que son necesarias para redimensionar nuestras pequeñas explotaciones y hacerlas más competitivas y crear las condiciones para que esta actividad sea atractiva para los jóvenes”, han expresado en referencia al apenas 11 % de titulares de explotación menores de 40 años, frente al 32 % que superan los 65 en la UE, según la encuesta Eurostat.