La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Castilla-La Mancha se suma a la manifestación que tendrá lugar en Madrid el próximo 10 de octubre donde se reclamarán precios justos para el olivar, así como una defensa para uno de los sectores más enraizados en la cultura castellano-manchega
En nota de prensa, la organización agraria recuerda que ya anunció en la Feria Nacional del Campo de Manzanares que en otoño estaba prevista una manifestación en defensa del olivar tradicional, y realizará asambleas informativas por las comarcas olivareras para informar a los productores.
Durante la sectorial del olivar que se celebró en FERCAM, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Castilla-La Mancha ya denunció la terrible situación que atravesaban los olivareros de la región y que se uniría a las concentraciones que estaba liderando UPA en Andalucía.
Con todo el sector
Ahora UPA Castilla-La Mancha se suma a esta convocatoria del conjunto del sector olivarero español, representado por las principales organizaciones agrarias y que denuncia una situación de bajos precios del aceite de oliva en origen. La organización agraria llevará a cabo asambleas informativas por las distintas comarcas olivareras de la región, donde se les informará de esta convocatoria.
No solo los precios, sino la carencia de medios materiales y humanos impide llevar a cabo los controles necesarios en materia de trazabilidad, que permitan garantizar la calidad y la pureza, impidan prácticas fraudulentas relacionadas con las mezclas de aceite y certifiquen que el etiquetado ofrece una información completa y rigurosa. Todo ello sin contar con las prácticas comerciales desleales de las cadenas de distribución que utilizan el aceite de oliva como producto reclamo.
Vinculación con la tierra
En Castilla-La Mancha el olivar tradicional tiene una vinculación directa con la tierra, con la cultura, la alimentación y el mantenimiento de la agricultura y la población en muchas pequeñas localidades de esta región. De hecho España es con diferencia el mayor productor mundial de aceite de oliva con una superficie de cultivo de 2,6 millones de hectáreas, más de 400.000 explotaciones, aunque quizás lo más importante es que supone la única alternativa de cultivo e ingresos en gran cantidad de municipios y tiene una función clave de protección del medioambiente y la fijación de población en el medio rural.