En el marco de la Campaña de Personas sin Hogar, Cáritas Interparroquial de Valdepeñas desarrolla la presente campaña que se celebra el día 26 de octubre con el lema “Sin hogar, pero con sueños”.
En nota de prensa la entidad señala que “la situación de las personas sin hogar es una realidad dramática y dolorosa que afecta cada día a más personas. La mayoría son víctimas de distintas formas de violencia y de exclusión, que tienen su efecto directo en la vulneración de derechos que experimentan como consecuencia de vivir en la calle sin hogar, en unos contextos de dureza, agresividad y desprotección”.
En el año 2024 Cáritas Interparroquial de Valdepeñas ha atendido 161 personas sin hogar, (135 hombres y 26 mujeres), lo que ha supuesto un incremento del 14% respectos al año anterior.
En cuanto a la procedencia, 97 han sido españoles y 64 migrantes. La procedencia de los españoles es, mayoritariamente, de Andalucía, Castilla-La Mancha y Madrid. De las personas migrantes la mayoría proceden de Europa comunitaria, lo que ha supuesto un 26%, seguidos de países del Magreb con un 12%.
Respecto a la edad, el mayor porcentaje se sitúa en la franja de 26 a 55 años, siendo un 67%.
Las prestaciones realizadas han sido: 422 ayudas de alimentación (comidas, cenas y vales de alimentos para supermercados); 186 ayudas de ropa y calzado; en desplazamientos 5 billetes de urgencia social; 95 duchas en el servicio de higiene; 98 ayudas de alojamiento en pensión y 2 ayudas en apoyo farmacéutico.
Por otro lado, 10 personas se han derivado al centro de inserción para personas sin hogar que Cáritas tiene en C. Real, “Centro Jericó”.
El Programa de Atención a Personas sin Hogar de Cáritas Interparroquial de Valdepeñas, durante el año 2024, tuvo un coste de 19.497 euros.
“Queremos invitarte a detenerte, a mirar de cerca esta realidad que muchas veces se esconde detrás del prejuicio o la indiferencia. A acercarte, a implicarte, a construir comunidad. A actuar, porque el sinhogarismo no es un problema individual, sino colectivo. Porque el cambio comienza cuando soñamos juntos”.
Por último, Cáritas Interparroquial de Valdepeñas hace llegar su agradecimiento al Ayuntamiento de Valdepeñas, que a través del convenio de colaboración con Cáritas apoya la atención de este colectivo, así como a los socios, donantes y a la comunidad cristiana en general, que con sus aportaciones hacen posible que Cáritas pueda seguir trabajando con las personas sin hogar.
PERSONAS SIN HOGAR, CON HISTORIAS Y CON SUEÑOS
“Porque todos soñamos. Y, sin embargo, hay quienes ven como su realidad se transforma en una pesadilla diaria cuando su estabilidad económica, social, familiar o laboral se tambalea. Cuando desaparecen las redes de apoyo. Cuando el sistema no responde.
El sinhogarismo no es solo una falta de techo, sino también una ruptura de vínculos, derechos y dignidad.
Las personas que acompañamos desde Cáritas identifican varios factores como los desencadenantes de su situación actual.
Causas estructurales. La situación económica general juega un papel crucial en la capacidad de las personas para acceder a una vivienda. Factores como el desempleo, la precariedad laboral, los bajos ingresos y el aumento del costo de la vivienda influyen significativamente en la vulnerabilidad al sinhogarismo.
Causas institucionales. La respuesta de las administraciones públicas y otras instituciones es fundamental para abordar el sinhogarismo. La falta de políticas adecuadas de vivienda, la insuficiencia de ayudas sociales y la burocracia complicada pueden agravar la situación de las personas en riesgo.
Causas relacionales. El aislamiento social y la soledad prolongada, así como los conflictos familiares y la violencia de género, son factores de vulnerabilidad importantes. La falta de una red de apoyo sólida puede empujar a las personas a situaciones de sinhogarismo.
Y, por último, las causas personales. Diversos problemas individuales pueden llegar a derivar en sinhogarismo, o agravar la situación de las personas afectadas, como la discapacidad, problemas de salud física y mental, adicciones, bajo nivel educativo, situación migratoria irregular o desconocimiento del idioma local. La falta de un lugar fijo también agrava la situación de itinerancia”.
