Dice que la ‘roca’ de cocaína que entregó a la policía en Valdepeñas era para autoconsumo

La sección segunda de la Audiencia de Ciudad Real ha juzgado por tráfico de drogas a P.G.V., un joven rumano afincado en Valdepeñas y consumidor de cocaína en 2021, detenido en febrero de ese año con una roca de cocaína en un calcetín, que según dijo era para autoconsumo.

Fue una intervención casual, pero no las consecuencias del caso. El acusado bajaba del ascensor del bloque de viviendas en Valdepeñas  en el que vive, el 28 de febrero de ese año, cuando se encontró allí a una patrulla de la Policía Nacional, que daban soporte a policías locales que habían acudido a ese inmueble alertados por una discusión.

P.G.V. no tenía que ver con el asunto, pero al ver a la policía se puso nervioso o se sintió intimidado, los agentes le pidieron que se identificara y al preguntarle si tenía algún efecto comprometedor les entregó voluntariamente la cocaína y dijo que era para su consumo: 10 gramos de un 70% de pureza.

La fiscalía pide dos años de cárcel

Por estos hechos P.G.V. se enfrenta a dos años de cárcel, aunque ha insistido en el juicio que la droga no era solo para él, sino para compartirla con un amigo, al que ha llevado a declarar para confirmar su versión. La habían comprado juntos “para salir de fiesta”, ha contado el amigo.

Cuando les entregó la droga los policías lo cachearon y encontraron también 150 euros en tres billetes. El amigo dice que le pagó ese día su parte, pero que la sustancia era para los dos, no para traficar.

Lleva seis meses sin consumir, será padre y empieza trabajo

P.G.V., al que defiende la abogada Ángela López Fuensalida, ha aportado un informe de consumo de cocaína (prueba del cabello) del tiempo en el que fue detenido. Ahora no consume, lleva seis meses limpio, será padre, está muy ilusionado con empezar un nuevo trabajo y no quiere que este asunto del pasado le perjudique.

Fuensalida ha pedido su absolución, pero en caso de sentencia condenatoria, que recurrirá, le ha solicitado al tribunal que aplique la atenuante de dilaciones indebidas, “han pasado dos años y medio para instruir y juzgar un caso sencillo”, ha dicho, y además la confesión, puesto que entregó la droga voluntariamente.