La presidenta de la Asociación de Fibromialgia y Fatiga Crónica “Afibroval”, Paqui Sánchez Paniagua, informó este miércoles de que la junta directiva de la asociación ha dimitido por motivos de salud, personales y familiares y, dado que nadie ha querido pasar a formar parte de la junta directiva y estar al frente de la asociación, ésta se ha disuelto.
Sánchez Paniagua calificaba de “triste” esta noticia. Explicó que la asamblea general de la asociación para proceder a su disolución tuvo lugar en marzo y que el material que tenía la misma se ha donado al Hogar de Nazaret y el dinero del que disponía, unos 1.800 euros se ha destinado a la Federación de Fibromialgia de Toledo para seguir con la investigación de la enfermedad.
“La asociación no sigue en Valdepeñas, pero la enfermedad sigue”. Apuntó que hay asociaciones en otras provincias.
La que ha sido la presidenta de Afibroval durante ocho años, más dos que ha estado como tesorera, animó a quien esté dispuesto a formar una asociación de este tipo. “Nos ha apoyado el ayuntamiento y Servicios Sociales”.
Sánchez Paniagua dio las gracias sus compañeras, al ayuntamiento y a familiares y población en general por su apoyo en los diez años que tiene la asociación.
Comentó que tenían muy completo el 2020 con actividades como un maratón de poesía con Kultuliteratta, una actividad con niños, una carrera solidaria o una cena solidaria. “La COVID lo ha parado todo”.
También se refirió a que contaban con una sala cedida por el ayuntamiento en Servicios Sociales pero que, dado que la necesitaban, se trasladaron a un local en la Virgen de la Cabeza. Quiso dejar claro que no les echaron, sino que ese lugar que le habían cedido le hacía falta al ayuntamiento.
La asociación contaba con 80 socios.
Paqui Sánchez Panigua señaló que Afibroval estaba asociada a la Federación de Toledo, que ha luchado siempre para que se reconozca a la fibromialgia como enfermedad, aunque la fatiga crónica sí está reconocida.