El Grupo Popular del Ayuntamiento de Valdepeñas ha enviado una nota de prensa a los medios de comunicación en la que declara que, “las fuertes restricciones del plan de desescalada del Gobierno central harán que las primeras aperturas sean muy limitadas en restaurantes y bares de Valdepeñas, según nos han comentado algunos empresarios de la hostelería con quienes hemos podido hablar en estos últimos días. Recortar la actividad a un tercio en las terrazas (fase 1) y el interior de los negocios (fase 2), obligará a la mayoría de los hosteleros, y así nos lo han manifestado, a reflexionar y analizar si resulta viable levantar la persiana en estas circunstancias”.
Indican que la prioridad, es la prolongación de los ERTEs más allá del estado de alarma. También apuntan que otro aspecto a tener en cuenta es que se desconoce cuándo entrará Valdepeñas en cada fase, o si se hará por municipios. “De ahí que sea prácticamente imposible hacer previsiones. A esto añadimos las prácticamente inexistentes medidas que, hasta la fecha, está tomando el Ayuntamiento de Valdepeñas, la Junta de Comunidades de C-LM y el Gobierno Central, con un sector que tiene un gran peso en la economía local, ya que emplea directamente a una tercera parte de los trabajadores. Lo que está claro, es que abrir a un tercio de la capacidad será claramente deficitario. “Sin la prolongación de los expedientes de regulación y sin ningún tipo de ayuda, muchos locales estarán abocados a la quiebra”.
“El sector entiende que limitar el aforo condicionará la capacidad de los empresarios para mantener el empleo. Hay negocios que ya han decidido no abrir”.
Testimonios
El Partido Popular ha querido trasladar testimonios de empresarios reales de la localidad, en este caso de la hostelería, “que son alarmantes y muy preocupantes”.
Es el caso de A. S., un empresario de la hostelería valdepeñera que prefiere que sepan quién es por sus reflexiones, más que por su nombre. “Se dirige a nosotros con unas impresiones contrastadas tras haber hablado estos días con empresarios del sector para intercambiar situaciones. Dice que “la realidad es que, tras el plan de desescalada del gobierno central, de momento nadie en hostelería se plantea abrir, puesto que sale más caro ponernos en marcha que permanecer totalmente cerrados y minimizando gastos hasta que nos puedan garantizar un aforo con el que, al menos, podamos cubrir algún gasto. No dudamos ninguno que la medida tomada solo beneficia al gobierno. Al tener que empezar la actividad tenemos que sacar a nuestro personal de los ERTEs con una capacidad de terraza del 30%, cuando ni es el momento por cuestiones de seguridad, ni cuando solamente los gastos fijos que tenemos en nuestros negocios superan el 40%, que si incluimos empleados, se va al 60 ó 70%, por lo que sería abrir para empezar a incurrir en todos los gastos fijos que tenemos permanentemente sin tener un euro de facturación”.
“El sector se niega rotundamente a abrir mientras no se garanticen medidas económicas que no les lleven a la quiebra. Y mientras tanto, A.S. reflexiona: “Sabemos que este gobierno lo sabe y nos ha estado poniendo la zancadilla con las medidas trampa que ha ido imponiendo para, supuestamente, ayudarnos. La gestión está siendo un desastre, con medidas contradictorias unas con otras.”
“Lo más triste es que mi personal en concreto, ni nadie que haya tenido un ERTE, ha llevado un euro a su casa desde el día 16 de marzo, que les pagamos la parte correspondiente de la mensualidad.”
Quiere poner en contexto al público en general, diciendo que muchas veces se criminaliza a los empresarios. “Les diría a todas esas personas que prueben a vivir durante 3 meses con cero ingresos y con gastos fijos, de alquiler de local, seguros, suministros de luz y agua, autónomo, seguros sociales de meses anteriores de empleados, proveedores a los que había que pagar la comida comprada, cuotas bancarias y préstamos, hipoteca personal y comida para la familia. En su caso particular, todos estos gastos suman una cuantía de más de 6.000 euros al mes, pero, si abro las puertas de mi negocio para intentar vender, ascienden a 10.000 euros al mes”.
El Grupo Popular comenta que este empresario preocupado por sus trabajadores habla continuamente con ellos para saber la situación personal de cada uno y poder ayudar en lo que esté en su mano. “Sus empleados se sienten totalmente desprotegidos e indignados frente al gobierno, porque saben de la situación de la empresa y que si no se pueden ni siquiera cubrir gastos, imaginan que ellos no serán contratados a medio plazo”.
En el caso de M. S., su marido camarero de profesión ha sido incluido en un ERTE, y hasta mediados de mayo le han dicho que no cobrará los 700 euros que le corresponden por mes. Sin embargo, ellos tienen una hija de 6 años y tienen que pagar dos préstamos, una hipoteca y otro personal que ascienden a 600 euros, y que el banco no les ha aplazado, además de los gastos de luz, agua, alimentos, etc. de su casa. Hasta la fecha sobreviven gracias a la ayuda de sus padres, pero inevitablemente sienten agobio al pensar que quizás el empresario que tiene contratado a su marido tenga que cerrar o prescindir de él, por la escasa rentabilidad de su negocio.
D.E. es un joven empresario de la hostelería de Valdepeñas. Su bar es pequeño y está pendiente de la decisión del Ayuntamiento sobre las tasas de terrazas para valorar si le es rentable continuar con su negocio o no. Un negocio que, entre alquiler, autónomo, luz, tasas de ocupación, ventana… no puede mantener si no tiene una ayuda, o le congelan los pagos.
J.A. es otro empresario valdepeñero, que tiene dos establecimientos en la localidad. Desde los 16 años se dedica a la hostelería y dice lamentándose, “no sé hacer otra cosa. Es lo único que sé hacer. ¿En qué voy a trabajar a mis años?”.
Para él es fundamental que haya una mayor implicación por parte del Ayuntamiento, que se suspenda el impuesto de recogida de basura o se reparta entre todos los ciudadanos, ya que esta crisis nos ha golpeado a todos. “Que se suspenda el impuesto de circulación de vehículos, totalmente, si no, muchos vehículos andarán sin pagarlo. Y luego está el impuesto del IBI, que nos ha costado pagarlo en el pasado reciente, que lo hemos tenido que fraccionar. pues ¿cómo vamos a poder ahora?”.
También es fundamental para el sector, desde su punto de vista, que se suprima la tasa de terrazas y veladores porque muchos bares no van a poder resistir; que se haga un llamamiento a los propietarios de los locales para que no cobren o bajen el alquiler de los mismos mientras dura la crisis, como han hecho algunos. Y, sobre todo, que por parte del Ayuntamiento se intermedie por sus empresarios con la Junta de Comunidades de Castilla-la Mancha y con el Gobierno Central para mejorar la situación de pagos, en ayudas, etc.
En el caso de A.M., es una mujer emprendedora que decidió poner en marcha su cafetería con la capitalización de su paro. Se queja de la falta de ayudas que ha tenido y que en esta crisis el Ayuntamiento debería ayudar a la hostelería eximiéndoles de las tasas de basuras y ocupación del suelo. Se pregunta que, si no va haber ferias y fiestas en Valdepeñas, por qué ese dinero no se utiliza en ayudarles a salir adelante. “Lamentablemente, ante las pérdidas, los alquileres, las tasas, y la incertidumbre ha decidido cerrar su cafetería, un negocio al que había dedicado sus ahorros y su ilusión como nueva emprendedora y que, lamentablemente, no podrá subsistir debido a esta grave crisis”.
Hostelería como motor
Según manifiesta el Grupo Popular, la hostelería en Valdepeñas se configura como motor e imagen de la economía valdepeñera, generando empleo indirectamente en varios sectores críticos: bebidas y alimentación, distribución y mayoristas, entre otros.
“A pesar de su importancia, el sector es particularmente frágil y vulnerable a ciclos y choques económicos, como la actual crisis de la COVID-19 por varios motivos:
- Está muy fragmentado y tiene muchos pequeños negocios: el 70% de los negocios tienen menos de 3 empleados.
- Opera con márgenes de beneficios muy bajos, la restauración tiene márgenes del 6%.
- Tienen poca liquidez. El 50% de los negocios aguantan apenas 1 mes de gastos operativos fijos.
“Todos estos empresarios, sus trabajadores y nuestro pueblo, necesitan el apoyo social, pero también el apoyo institucional de su Ayuntamiento. En ese sentido, nos van a tener al Partido Popular, apoyando todas las iniciativas locales que les beneficien y proponiendo ideas y soluciones a uno de los sectores más castigados por la crisis del coronavirus. Al sector de la hostelería, lamentablemente, le va a costar más salir de ella, debido a que formamos parte de una sociedad que rápidamente se ha tenido que adaptar al confinamiento, al miedo a salir, a buscar soluciones o alternativas a la vida de relaciones sociales que se llevaba antes”.
El Grupo Popular anima a “apoyar a los hosteleros, a darles el impulso y las fuerzas como sociedad y, en cuanto podamos, nos acerquemos a sus negocios para que salgan adelante. Pero también instamos a nuestra administración local a que no los deje atrás. Tienen que salir adelante y juntos podemos conseguirlo. Pero para ello tenemos que ayudarles económicamente en lo que se pueda, eximiéndoles del pago de tasas en la medida de lo posible, facilitando cumplir los requisitos del gobierno con más espacio en sus terrazas para compensar las pérdidas, y todo lo que esté en nuestra mano como ayuntamiento para ayudarles. Ellos son una parte del futuro de nuestro pueblo, y sin duda, hoy más que nunca #TodosSomosValdepeñas”.