Con 15 años recién cumplidos, Lydia Jiménez Romero de Ávila (19-2-2006, La Solana) ha pasado gran parte de todo ese tiempo en el agua de una piscina. La joven solanera nació sin el antebrazo izquierdo por una agenesia y desde los seis meses, cuando era una bebé, ha tenido siempre un gran contacto con el agua, que favorecía la progresión y la movilidad ante esa malformación congénita.
“Al nacer con la discapacidad desde pequeña me adapté a todo. No me impide hacer nada”, asegura Lydia, algo que refrenda su madre, Edu Romero de Ávila, que recuerda cómo a los tres años era su hija la que ataba los cordones a sus compañeros, la única que sabía hacerlo: “Iba por delante aprendiendo cosas, creíamos que le iba a costar más, pero al contrario, ha conseguido hacer todo”. Es más, Edu explica cómo entonces fue a ella la que le costó más asumar la discapacidad de Lydia: “Cuando nace, tu mente va por delante: piensas que no va a poder gatear, a hacer esto, lo otro… Pero ella como no ha tenido ese brazo se ha adaptado bien a hacer todo a su manera”.
Ese poder de adaptación, de afrontar las pruebas, los obstáculos con ganas y con una sonrisa lo expresa Lydia en la vida y en la piscina. Desde esos seis meses siempre la joven de La Solana ha acudido a una piscina, en donde comenzó pronto a nadar. Lo curioso es que no fue hasta hace apenas tres años cuando comenzó a competir en pruebas de natación adaptada. Y empezó, como quien dice, por una casualidad. Al no existir club de Natación en La Solana, decidió participar en una toma de tiempos del deporte base organizada por las Escuelas de Manzanares. En ella actuaba como juez Juan Vicente Lérida, el padre de Beatriz Lérida, su amiga y compañera ahora en el Club Natación Valdepeñas, que ante las buenas marcas que realizó Lydia localizó a su madre para proponerle su entrada al club vinatero para entrenar. Y ella lo hizo con ilusión.

Tan bien le fue que apenas un mes después de llegar al CN Valdepeñas, en la primera competición en la que tomó parte en enero de 2018, el Campeonato de España organizado en Valencia por la Federación Española de Deportes de Personas con Discapacidad Física (FEDDF), se proclamó subcampeona nacional alevín, con tres segundos puestos en el 100 libres, el 50 libres y el 50 espalda. “No me imaginaba nada que iba a quedar segunda. Yo iba a probar, para ver si me gustaba, a vivir la experiencia… Tampoco me imaginaba realmente que luego iba a seguir compitiendo, ganando y mejorando marcas”, dice.
Efectivamente, después llegaron más campeonatos y muchas más medallas, tantas de oro, plata y bronce que ha perdido la cuenta de cuántas tiene colocadas en una estantería de su casa. Entre esos éxitos destaca, además de ese subcampeonato nacional alevín en su debut, el bronce individual infantil o el oro por equipos que logró con Castilla-La Mancha en el Nacional en Edad Escolar por Comunidades Autónomas celebrado en Oviedo, junto a su amiga casi inseparable Beatriz Lerida y a la nadadora Lucía Ortega, del CN Lantana.

Mejor deportista juvenil de la provincia en 2019
Unos éxitos que llevaron a Lydia Jiménez a ser elegida la mejor deportista de la provincia de Ciudad Real de 2019 en la categoría juvenil femenina, en la XXV Gala Provincial del Deporte celebrada el pasado 29 de octubre en el Salón de Plenos de la Diputación, dentro de un acto marcado por los protocolos sanitarios: “No me esperaba quedar ganadora. Había mucho nivel y cuando me eligieron no me lo creía. Fue increíble”. La natación fue la gran triunfadora en esta categoría femenina, ya que fueron finalistas también Beatriz Lérida y la daimieleña Laura Cabanes.

La progresión de Lydia Jiménez sigue siendo de sobresaliente y en este 2021 ha vuelto a cosechar unos excelentes resultados en el Campeonato de España AXA de Natación Adaptada por categorías de edad, celebrado a finales de enero en Valdemoro (Madrid). Allí fue campeona en el 50 mariposa, 100 libres y 50 espalda, además de subcampeona en el 50 libres, terminando plata en la general infantil.
También participó en noviembre del pasado año con la selección española de la Federación Española de Deportes de Personas con Discapacidad Física (FEDDF) en el Campeonato de Andalucía de natación adaptada celebrado en Cádiz, rozando el podio en varias pruebas. Todavía no ha entrado con el equipo nacional de jóvenes promesas paralímpicas AXA. “Estoy yendo a concentraciones, pero todavía un paso por debajo de ese equipo”, dice Lydia, que espera llegar a ser convocada, más todavía tras esos últimos resultados en el reciente Nacional AXA. A ello se une, por supuesto, su gran sueño como deportista: “Poder participar en los Juegos Paralímpicos, sería lo máximo. Sería una experiencia inolvidable”, confirma y apunta con un claro gesto de ilusión hacia París 2024.

Una rutina diaria
“Lydia es muy trabajadora y muy perfeccionista, es de tener su rutina y llevarla a cabo. Ella se lo guisa y se lo come sola, va a entrenar todos los días, nosotros solo la llevamos y la recogemos”, explica su madre Edu, que añade la importancia que tiene la natación para su hija, hasta el punto de que ahora con el COVID-19 y en los días previos a las competiciones se aisla en casa: “Come, cena y vive en su habitación, no quiere estar en contacto con nadie”.
Esa rutina la lleva a rajatabla la nadadora casi a diario. Por la mañana acude al Instituto Clara Campoamor de su localidad La Solana, donde ahora estudia el tercer curso de la ESO. Después se desplaza a Valdepeñas y allí permanece casi toda la tarde entrenando con sus compañeros a las órdenes de Javier Perona, para llegar a casa sobre las 19:30 o 20:00 horas para estudiar, cenar y dormir. “Es complicado, sobre todo por los estudios. Pero te acostumbras a esa rutina y lo voy llevando bien”, asegura Lydia, que es una estudiante con buenas notas y que aprovecha el viaje en coche para sacar los libros.

Precisamente la solanera tiene en mente un cambio para el próximo curso. Junto a Beatriz Lérida quiere solicitar plaza para la Residencia Blume y el Centro de Alto Rendimiento de Madrid. “Quiero acudir tanto para mejorar a nivel deportivo como también para el académico”, indica, y cuenta que ahora mismo, aunque todavía no totalmente claro, quiere ser “profesora de física y química o fisioterapeuta. Eso como principal, pero sí que no quiero dejar la natación cuando ya tenga una edad en la que no pueda seguir al nivel que ahora. Me gustaría ser entrenadora de natación o lo que pueda, pero no dejarlo”.
De momento Lydia se centra en un objetivo algo más cercano, concretamente en el Campeonato de España Absoluto de Natación Adaptada, que será en Castellón en el mes de marzo. Sus metas allí “serán intentar subir al podio, aunque será muy difícil porque es un absoluto y estarán las grandes de España. También me gustaría estar cerca de la mínima Europea, ahora en 50 metros libres estoy a dos segundos, aunque es complicado en el 50. Y también mejorar marca”, concreta.

Son ahoras las metas de una Lydia que ya es una gran promesa en la natación adaptada, cuyas competiciones considera que son “muy bonitas. Ves cómo gente en silla de ruedas llega y se tira a nadar al agua con muchas discapacidades. Te das cuenta del valor que tienen y no solamente es practicar deporte, si no que también conoces a mucha gente con otras discapacidades”.
En esas competiciones regionales y nacionales ya está dando qué hablar su nombre, el de Lydia jiménez Romero de Ávila, que también suena con fuerza en La Solana, en Valdepeñas y en toda la provincia con esa pasada condecoración en la Gala del Deporte. Ella, de momento, quiere seguir esa rutina diaria de estudios y entrenamientos para continuar progresando y poder alcanzar si es posible su sueño y el de muchos como ella: competir con la selección española en unos Juegos Paralímpicos. De momento, va por la calle buena y muy rápido en la piscina.