José María Blázquez, propietario de Plásticos Abla en Valdepeñas, empresa dedicada a la extrusión de alta y baja densidad, manipulación en bolsas, sacos industriales, fundas de palets, etc… , es uno de los empresarios que están afrontando los efectos que conllevan la crisis de la pandemia del coronavirus y las medidas que se han tomado para evitar su propagación. Su empresa sigue abierta porque entre un 25 y un 30% de su producción está destinada a la alimentación, ya que parte de los plásticos que fabrica se destinan a envases de estos productos.
Pregunta. ¿Cómo está su empresa llevando la situación del coronavirus? ¿Cómo les afecta?
Respuesta. La situación es muy complicada. Solo están trabajando algunas empresas como las de alimentación o farmacias, entre otras. Nosotros tenemos entre un 25 y un 30% de producción para envases de alimentación, por lo que seguimos trabajando. El plástico se utiliza para todo tipo de productos.
Pregunta. ¿Ha bajado mucho la venta en su empresa?
Respuestas. Al no funcionar nada más que las empresas que se consideran esenciales, ha bajado un 75% más o menos nuestra producción, ya que ese porcentaje es el que hacemos para clientes cuyas empresas no se consideran esenciales en estos momentos.
Pregunta. ¿Qué número de empleados tiene? ¿Ha tenido que prescindir de alguno? ¿Qué medidas sanitarias han tomado para prevenir el contagio del coronavirus?
Respuesta. La plantilla está formada por 19 personas, tres de ellas con contratos eventuales, que hemos tenido que liquidar, por el momento.
Teníamos cuatro turnos: mañana, tarde, noche y fines de semana. Lo que hemos hecho es quitar un relevo y no trabajar los fines de semana.
Esperamos que se quede ahí. A ver cómo queda el país cuando pase el virus. Ahora da miedo el virus, pero pasará y veremos que pasa luego. El país se para por unos días, pero cuando arranque, habrá que ver las empresas que quedan en pie y cómo afectará eso.
La alimentación ha tenido mucha tirada por el miedo, pero va bajando la demanda. La gente llenó las despensas y luego habrá un bajón. Artículos como el papel higiénico, no había y ya hay. La bajada del turismo también se notará en el consumo.
Esperemos que se reactive la cosa deprisa. Iremos día a día para ver lo que pasa.
Pregunta. ¿Qué medidas sanitarias han tomado para prevenir el contagio del coronavirus entre los trabajadores?
Respuesta. Usamos guantes, contamos con dispensadores de jabón, guardamos en la medida de los posible la distancia de un metro o metro y medio, y tenemos las puertas de las naves cerradas para tener más control sobre los repartos que llegan.
Pregunta. Ha donado material de protección frente al coronavirus a algunos lugares como el Centro de Salud Valdepeñas I ¿verdad?
Respuesta. Sí. Como se veía que no tenían material para protegerse, decidí ayudar en lo que pudiera y doné unos 400 protectores al Centro de Salud Valdepeñas I, que consistían en unas batas con unas mangas que les hicimos rudimentarias. También nos lo pidieron en la Residencia Andamarc de Ciudad Real y dimos unos 200 de estos protectores con mangas y llevamos algunos al Hospital de Valdepeñas, cinco o seis, para que vieran cómo eran y nos pidieran más si les hacían falta, pero como han recibido material, no nos han pedido.
Pregunta. ¿Quiere añadir algo más?
Respuesta. Agradecer al personal que está luchando contra el COVID-19, como médicos, enfermeros, bomberos, policía…, que se juegan la vida, la mayoría sin protección.
Esta situación no ha llegado de improvisto. Teníamos el caso de China e Italia. No habría que haber celebrado eventos como manifestaciones y luego decir que el virus estaba aquí. Creo que no nos han dicho la verdad. Espero que los políticos que tenemos estén a la altura de los salarios que se llevan y que pagamos todos.
Es de destacar que se hayan comprado productos a China en los que nos han engañado por comprarlos a quienes no estaban legitimados. El gobierno chino ya había dicho a quien comprar y a quién no.
Pregunta. ¿Considera que la ayudas que está dando el Gobierno son suficientes?
Respuesta. Nos han separado a las empresas. Primero hubo ayudas para cadenas hoteleras y la restauración, luego a otras empresas. Yo no puedo hacer un ERTE porque no estoy en ese colectivo que puede hacerlos. No tengo ayudas. Estoy en el gremio que puede trabajar, aunque solo sea un 25 o un 30%, ya que el resto de empresas para las que trabajamos están cerradas. Ahora no necesito a tanta gente, pero intento aguantar para ver qué pasa. Según actúe todo, actuaremos nosotros, como todos los empresarios.
Pregunta. ¿Sus proveedores están llegando sin problemas?
Respuesta. Sí. Utilizo materiales derivados de petróleo, de lo que mucho va a alimentación. El plástico es imposible quitarlo. Está en muchas cosas.
Pregunta. En ese sentido, antes de que saltase esta crisis, había mucha preocupación por los plásticos y la contaminación. ¿Qué opina?
Respuesta. Los que contaminamos somos las personas, no los plásticos. En esta situación se está viendo cómo baja la contaminación, por ejemplo, en Madrid.
Yo tengo 50 años. Hace 25 años el cambio climático no estaba tan metido en la cabeza de la gente. Ahora sí. Hay que tomar soluciones contra el cambio climático porque está a la vuelta de la esquina. Ahora se recicla todo.
Los plásticos son uno de los mejores inventos. Se recicla siempre que no se tire donde no se debe. Hay que llevarlo al punto limpio y se reutiliza y, al final, puede servir de alquitrán.
Han salido bolsas para sustituir a las bolsas del día a día, que son las mal llamadas de fécula de patata, pero son más caras y para cosas del día a día no se pueden usar porque valen más que el propio producto que se meta en ellas.
Al cobrar las bolsas en los establecimientos, bajó la demanda y nos afectó porque teníamos dos o tres máquinas para ese producto. Mucha empresa pequeña vivía de esas bolsas y se ha notado a nivel europeo.
Pero, ¿qué otras alternativas hay? ¿El papel? También contamina porque hay que talar árboles.
Para ciertas cosas el plástico es lo que es más útil. Es necesario para muchas cosas en el día a día. Lo que hay que hacer es reciclarlo.