Además, ha creado una escuela parroquial de organistas para poder contar con personas que toquen este instrumento en los cultos.
El proyecto, realizado junto a la Asociación de Amigos del Órgano de Valdepeñas, supone una inversión de 97.726 euros, de los que 60.000 serán aportados por la parroquia, la cual pide colaboración para afrontar el resto a empresas y particulares.
La iniciativa fue presentada el jueves en rueda de prensa por el párroco del Santo Cristo, Emilio Jesús Montes, y Jesús Ruiz, organista de la Basílica de Jesús de Medinaceli y profesor en el Conservatorio Arturo Soria.
Montes explicó que llevan cinco años trabajando en esta iniciativa y apuntó que estos órganos son caros, por lo que han adquirido uno de segunda mano de la Iglesia Santa Isabel de Kareth, de Lappersdorf (Baviera, Alemania).
Para ello, una comisión viajó en 2019 a Alemania con el fin de realizar la compra-venta, por 16.000 euros, más cerca de 2.000 euros por el alquiler de un almacén en el que tenerlo hasta que pudiera venir a Valdepeñas.
La limpieza y arreglo del órgano supone 21.800 euros y el montaje en Valdepeñas 26.000. Además, se van a realizar ampliaciones como el acoplamiento por 7.172 euros, la instalación de una nueva trompeta en el órgano por 12.160 euros y se hará un nuevo chapado al teclado por 2.862 euros.
Toda esta inversión más el IVA y la obra en la parroquia asciende a 97.726 euros.
La parroquia aporta 60.000 euros y para el resto busca patrocinadores, como empresas o familias que quieran hacer donaciones, por ejemplo, pagando un tubo del órgano por 50-60 euros. “Cada vez que toca un tubo se considera una oración”. “Así la gente que colabore, que puede ser gente humilde dado el precio asequible, podrá sentir el órgano como propio”.
El párroco ha explicado que, con este proyecto, Valdepeñas se suma a las localidades de la provincia que tienen órganos de calidad como Torre de Juan Abad, Terrinches o Villahermosa y se incluirá en la Ruta de Órganos Históricos de Castilla-La Mancha.
Jesús Ruiz comentó que los órganos son instrumentos artesanos y que cada país desarrolló su propio instrumento según la función que iba a darle, por lo que los españoles son diferentes de los alemanes. Los españoles tienen un tamaño más reducido al no ser necesarios los accidentales porque se utilizan más para el canto gregoriano y música de capilla. Los alemanes son más grandes y acompañan a la asamblea.
Este órgano fue construido en 1975 por Guido Nenninger y es mecánico y de estética barroca. Cuenta con dos teclados manuales y un pedalero, así como con 974 tubos, siendo mayor que el instalado en la iglesia de la Asunción de Valdepeñas. “Es un instrumento de gran calidad”.
“Constará de 17 registros o posibilidades sonoras y permitirá, por primera vez en la provincia de Ciudad Real, escuchar la música para órgano propia del barroco alemán y centro-europeo, especialmente del universal compositor y organista Johann Sebastián Bach (1685-1750), con el mismo sonido que han heredado de generación en generación los organeros alemanes. En este sentido, cabe destacar que la organería alemana está declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO desde 2017”.
El órgano está almacenado en Valdepeñas desde 2021 en Confecciones Marín, a excepción de algunas partes que han sido enviadas de vuelta a Alemania para su puesta a punto en taller, así como para adaptar el órgano para la instalación de un nuevo registro de trompeta real.
El órgano adquirido se colocará en la parte nueva de la parroquia del Santísimo Cristo (no en el antiguo templo), pues esta es la que acoge las celebraciones. Estará en la zona del coro. Debe adaptarse a la sonoridad de una iglesia moderna y en la parroquia deben llevarse a cabo unas obras para instalar el órgano.
Emilio Jesús Montes ha puesto en valor el hecho de que la adquisición de este órgano alemán vaya a ampliar la oferta cultural de la ciudad y fomentar el turismo cultural y de calidad.
La idea es que en octubre de este año se instale, aunque no sea hasta octubre del año que viene cuando pueda utilizarse, ya que debe contar con permisos del obispado y de la Consejería de Cultura, así como con el visto bueno de los vendedores alemanes, que exigen que cuatro organistas lo prueben para comprobar que está todo bien antes de hacer el último pago del contrato.
Se plantearán posibles actividades, como el desarrollo de un ciclo anual de conciertos con organistas de ámbito nacional e internacional.